Bolivia reportó este lunes un incremento del 40 % en los casos de la COVID-19 en los últimos siete días, respecto al mismo periodo anterior, luego de ocho semanas de desescalada de la sexta ola que se produjo en diciembre.
En su reporte semanal, el ministro de Salud, Jeyson Auza, manifestó que en la novena semana del año se han registrado 1.020 casos a nivel nacional, unos 203 contagios más que en los siete días precedentes, que significan “un leve incremento” del 40 %.
La sexta ola se manifestó en diciembre pasado y tuvo su punto más alto con más de 16.000 casos en la tercera semana de ese mes para que luego se inicie un descenso sostenido con una tasa de letalidad controlada del 0,1 %.
El ministro señaló que “la pandemia está prácticamente controlada” aunque acentuó que esto no significa que se descuiden las medidas de bieoseguridad.
Desde el comienzo de la inmunización, el país ha conseguido la aplicación de 15.804.492 vacunas entre primeras, segundas y terceras dosis, además de componentes únicos y la llamada inoculación anual a mayores de 5 años que conforman una población vacunable de más de 10,2 millones.
Desde la legada de la pandemia, en marzo de 2020, Bolivia acumula 22.365 decesos y 1.193.970 casos confirmados de los que 12.297 se mantienen activos.
Auza también se refirió a otras enfermedades como la viruela del mono que tiene un caso activo de 265 que se han presentado y ocho pacientes que reciben tratamiento para la tosferina, una patología que ha afectado a 268 personas y ha provocado tres fallecimientos.
Asimismo, el Ministerio de Salud se ha referido a la situación del brote de dengue, uno de los más fuertes de los últimos años, que desde el inicio de a temporada húmeda ha dejado 39 fallecidos y 12.495 casos confirmados.
Los departamentos en los que se ha presentado la enfermedad son Santa Cruz (9.119), Beni (1.315), Tarija (1.211), La Paz (373), Chuquisaca (247), Cochabamba (142) y Pando (88).
Auza apuntó que ahora hay una “clara tendencia a la disminución de casos” gracias a las acciones que se tomaron en los niveles nacional, departamental y municipal para a eliminación de los criaderos de mosquito Aedes aegypti, que es el transmisor de ese mal.
La máxima autoridad de sanidad explicó que la tasa de letalidad por dengue es de un 0,3 % y que la incidencia por cada 100.000 habitantes en los departamentos más afectados como Santa Cruz, Beni y Tarija es del 1,1 %, 0,6 % y 2,3 %, respectivamente.
El dengue, transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti, causa fiebres altas, dolor de cabeza, vómitos y erupciones en la piel y puede ser mortal en su modalidad hemorrágica.
El insecto se reproduce en épocas de frecuente lluvia en zonas cálidas de Bolivia, aprovechando para ello cualquier espacio de agua estancada.
Fuente: OPINIÓN
