El conjunto napolitano le ganó 2-0 al Eintracht Frankfurt con superioridad abrumadora y empezó a definir el pasaje a la próxima ronda. Intratable en Italia y en Europa, los Azzurri se animan a soñar.
El Napoli dio una demostración de fútbol por la ida de los octavos de final de la Champions League y superó por 2-0 al Eintracht Frankfurt afirmando que son cosa seria en esta temporada. Con goles de Osimhen, que ya lleva 20 goles en la temporada, y de Di Lorenzo, los de Spalletti coronaron un encuentro que lo deja a un paso de los cuartos de final.
Teniendo en cuenta lo hecho en la fase de grupos, además de lo que mantiene en la Serie A, el Napoli tenía la responsabilidad de demostrar ante un Eintracht que fue parte de una definición de infarto en su grupo, pero que no se achicaba para nada ante el conjunto italiano. Por eso, con esta tesitura comenzó un entretenido partido donde hubo mucho análisis y estudio en los primeros minutos, pero ambos buscaron desnivelar.
Tal es así que Randal Kolo Muani tuvo la primera jugada clara del partido, pero su remate se fue ancho. No obstante, este primer aviso fue un llamado de atención para los napolitanos y todos los que pensaban que la serie estaba decantada para un lado. Con el correr de los minutos, el Napoli pudo igualar el trámite y también tuvo la suya.
A pesar de que no dejó de ser un partido atractivo, las ocasiones de gol fueron pocas durante los primeros 20 del primer tiempo y la intensidad, fricción y manejo de pelota fueron protagonistas.
Pero promediando la media hora de juego llegó la más clara y la primera ruptura del encuentro. Luego de una gran corrida, el Chucky Lozano sacó un gran remate que terminó pegando en el palo del equipo alemán. Tras el rebote, Osimhen recibió una dura falta y el árbitro sancionó penal. El encargado de tomar la responsabilidad fue Khvicha Kvaratskhelia, pero Kevin Trapp se lució y tapó su remate.
Lejos de caer en un bajón, el Napoli acrecentó su superioridad en el partido y fue una aplanadora para el local. En una ráfaga de ocasiones, bajo la misma fórmula de la primera clara, los napolitanos llegaron a la apertura del marcador en los pies del delantero nigeriano, quien está más que encendido. Como si fuera poco, minutos más tardes, Osimhen volvió a anotar, pero estaba fuera de juego y todo siguió 1-0.