Leo, de tiro libre, clavó el 4-3 en tiempo suplementario sobre el Lille y evitó un papelón del equipo parisino.
Frotó la lámpara y con una genialidad salvó de un verdadero papelón al PSG. Lionel Andrés Messi evitó un empate que ya estaba clavado donde más allá del resultado en sí su equipo había mostrado un rendimiento tan apático como preocupante. El argentino, de tiro libre y en tiempo suplementario, sentenció el 4-3 sobre el Lille y le dio algo de aire al entrenador Galtier, con quien se abrazó luego de convertir.
El conjunto parisino había arrancado 2-0 arriba gracias a una genialidad de Mbappé y a Neymar. Sin embargo, se empezó a desdibujar y mostró su peor versión en defensa. Tanto fue así que el Lille se lo dio vuelta sin problemas para, con paciencia, llegar a ponerse 3-2 en ventaja. Para colmo de males, el brasileño se torció el tobillo y tuvo que ser retirado en camilla.
Kylian, cuando el reloj marcaba 87 minutos, la empujó en el área para poner el 3-3 y al menos evitar la caída. Parecía que los dos estaban conformes con el empate, o al menos con no perder. Sin embargo, Messi, solito, fue por más: encaró al área, le cometieron infracción en el camino y él mismo se encargó de cambiar ese tiro libre por el 4-3 definitivo. La puso abajo contra un palo, imposible para el arquero.
Más que tres puntos y la chance de seguir escapándose en la punta de la Ligue 1, este triunfo vale oro desde lo anímico para un PSG que llegaba golpeado después de mostrar una pálida versión en Champions ante el Bayern Munich, donde cayó 1-0 en la ida de octavos.
Fuente: OLÉ