Desde hace 17 años se subvenciona el litro de diésel y gasolina en el país. La cifra va en aumento en paralelo al incremento del parque automotor.
La subvención del litro de gasolina y del diésel en el país podría llevar a una crisis energética si es que no existe una transición de carburantes a energía eléctrica, según afirmaron analistas que consultó la ANF. También sugirieron diferenciar la subvención, desincentivar el uso de vehículos particulares y mejorar la Inspección Técnica Vehicular (ITV) para dar de baja a los más antiguos.
“Lo que estamos viviendo es una tormenta perfecta porque tenemos una crisis que se debe a diferentes causas y es insostenible. El Gobierno tiene varios mecanismos para maquillar ese problema, como acudir a las reservas que van disminuyendo, prestarse dólares. El daño es irreversible porque cada vez que importamos diésel y gasolina perdemos divisas que no recuperamos. Es un círculo vicioso y si no cambia de mentalidad el país va a entrar en una crisis energética, a corto plazo, ni siquiera se preocupan por la transición energética”, señaló a la ANF Francesco Zaratti, analista en energías.
La crisis energética se da cuando no se tiene dinero para importar los combustibles por lo que se tiene que racionalizar, se ingresa en una espiral de desconfianza y eso tiene repercusiones sobre la economía, dijo el experto quien además usó los términos de tormenta perfecta por tres aspectos.
El primero porque la producción nacional de hidrocarburos líquidos está disminuyendo. De 60.000 barriles de petróleo cayó a 35.000. Esa cantidad ha hecho que Bolivia importe cerca de un 50% de gasolina y un 70% de diésel.
“El segundo aspecto que hace que la tormenta sea perfecta es que la producción de líquidos disminuye más rápidamente que la producción de gas. A medida que se van agotando los pozos el porcentaje de líquidos y licuables es menor”.
FUENTE: NOTICIAS FIDES