Protesta no cesa. Manifestaciones siguen en Lima con la participación de reservistas. Hubo fuertes enfrentamientos con grupos que intentaron llegar al Congreso. Mientras Dina Boluarte negaba la represión, militares de Tacna y Moquegua llegaban a Puno, donde se amplió la inmovilización social por diez días.
Posteriormente, salieron hacia el centro de Lima por la avenida Arequipa acompañados de un grupo de policías y carros patrulleros. A su paso por esta arteria, a la altura del centro comercial Risso, algunos negocios y oficinas bancarias cerraron sus puertas en previsión de acciones violentas.
Herido. Primeras víctimas a causa del fuerte enfrentamiento en el centro histórico de Lima. Foto: John Reyes/La República
Mientras, a la plaza Dos de Mayo empezaban a llegar manifestantes de diversas regiones, organizaciones sociales y sindicales de Lima, además de un gran número de reservistas. Se notaba la presencia de la policía.
La marcha se dirigió hacia la plaza San Martín. Como en días anteriores, la PNP acordonó el recinto e impidió que ingresen al lugar. Los manifestantes tuvieron que desplazarse por el perímetro lanzando duras frases contra Dina Boluarte. Otro contingente policial cerró la salida de la plaza hacia el parque Universitario.
“No caigan en provocaciones del Grupo Terna, no desacreditemos nuestra lucha”, era el pedido que uno de ellos les hacía a través de un megáfono.
Abuso. La Policía sigue disparando perdigones al cuerpo de periodistas. La fotorreportera Guadalupe Pardo salvó la vista ayer. Foto: AFP
En tanto, en el cruce de Abancay y Nicolás de Piérola se habían colocado unas rejas y permanecían varias tanquetas para evitar que los manifestantes lleguen al Congreso.
Al estar cerrada la avenida Abancay, se dirigieron a Wilson. El trayecto fue acompañado por la excongresista Indira Huilca, la ex primera ministra Mirtha Vásquez y la hermana de un alumno desaparecido de la universidad La Cantuta, Gisela Ortiz.
Indira Huilca consideró urgente la salida de Boluarte y que permita una transición ordenada “para que la gente no siga muriendo”. Mirtha Vásquez cuestionó el discurso de Boluarte. Lo estimó negacionista por no asumir responsabilidades. Del premier Alberto Otárola, dijo que juega un rol fundamental “en este Gobierno autoritario”.
La movilización prosiguió. Al compás de sicuris y cantos, ingresaron al Paseo Colón, a la plaza Grau y al Paseo de los Héroes Navales.
En adelante, la marcha pacífica se tornó violenta cuando un grupo quiso entrar por la calle Lampa. La policía lo impidió con bombas lacrimógenas y disparos de perdigones. Acordonó la vía a la altura del jirón Puno. Ahí se dio un fuerte enfrentamiento.
Respuesta. Manifestante en calle de Lima devuelve una bomba lacrimógena lanzada por la Policía. Foto: John Reyes/La República
También en Carabaya, a la altura de la plaza San Martín. Estas personas se dispersaron en distintos puntos con el fin de ingresar a la plaza Mayor o al Congreso. La gresca se prolongó por más de 40 minutos. El olor del gas invadió todo el centro histórico de Lima.
Al cierre de esta edición se reportaron algunos heridos y se amplió por 10 días la inmovilización social.
Militarizan Puno
Mientras Boluarte respondía a la prensa extranjera y advertía que Puno no era el Perú (de lo cual se disculpó luego), cientos de militares se trasladaban en marcha de campaña hacia la ciudad de Puno por los cerros del distrito de Laraqueri.
Los uniformados que se trasladaban en unidades militares y buses particulares provenían de diversos batallones de los cuarteles de Tacna y Moquegua. A su paso por el centro poblado de Huacochullo, distrito de Laraqueri, con dirección a la ciudad lacustre, los huelguistas impidieron el tránsito del convoy de unidades que trasladaba a cerca de 500 militares.
Ejército. Militares llegan de Tacna y Moquegua a la ciudad de Puno por los cerros del distrito de Laraqueri. Foto: difusión
Los comuneros les advirtieron que su presencia era una provocación porque la huelga indefinida por la renuncia de Boluarte no se levantaría por ningún motivo. La respuesta que recibieron fue que solo cumplían órdenes.
Tras el retiro de los huelguistas de los puntos de bloqueo por la fuerte precipitación pluvial en el distrito de Laraqueri, recién las unidades militares pudieron continuar con su recorrido. En varios tramos, los comuneros los esperaron para mostrarles su rechazo.
La República buscó la versión de la Cuarta Brigada de Montaña. Fuentes militares solo se limitaron en señalar que “estamos en estado de emergencia”. Trascendió que el contingente militar será redistribuido en los siguientes días a varias provincias de la región donde la violencia por las huelgas está más acentuada.
En horas de la tarde, un helicóptero sobrevoló las provincias de Yunguyo, Ilave y otras. Por vía aérea se transportaban equipajes a comisarías y cuarteles. El sobrevuelo de naves militares y la movilización de personal militar generaron zozobra.
Gresca en Juliaca
En esta ciudad puneña se registraron masivas movilizaciones de protesta en el día 21 de paro indefinido. Sin embargo, la jornada terminó con una persona detenida y dos mujeres heridas tras un altercado con la policía instalada en el aeropuerto Manco Cápac de Juliaca.
A partir de las 9 a.m., diferentes organizaciones sociales y gremiales marcharon por las calles de esta ciudad. A ellas se sumaron los estudiantes de la Universidad Nacional de Juliaca. La marcha fue cerrada por pobladores provenientes de los distritos de Coata, Huata y Capachica.
Los manifestantes gritaron “ni un paso atrás, la huelga continúa”, “no soy terrorista, soy comerciante”, “cuántos muertos quieres, Dina, para que renuncies”, entre otras frases.
Sin embargo, la jornada de protesta terminó con un altercado entre un grupo de personas y policías instalados en el aeropuerto. Se informó que la policía intervino a un ciudadano por insultar a los policías.
Los agentes redujeron al infractor y en la escena salieron a rescatarlo una madre de familia y su menor hija, las mismas que fueron reprimidas con disparos de perdigones. La niña de 12 años resultó con herida en el tobillo. Fue trasladada al puesto de salud Mariano Melgar de Juliaca. El hecho generó fuerte protesta entre los pobladores.
Se informó además que los policías pretendían realizar más detenciones. Los pobladores exigieron la intervención de las autoridades por la detención arbitraria de un ciudadano. Consideraron que es un acto de provocación de la policía este tipo de hechos.
Fiscalía investiga a ministro del Interior por San Marcos
La fiscal de la Nación, Patricia Benavides, inició investigación preliminar contra el ministro del Interior, Vicente Romero, por la intervención de la Policía Nacional en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para desalojar a estudiantes y manifestantes que protestaban contra el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte. Se le imputa el presunto delito de omisión de actos funcionales en agravio del Estado.
El inicio de las diligencias previas se dan luego de que Romero asegurara que el operativo se desarrolló sin que le sea notificado.
Raro. Vicente Romero dice que no sabía lo de la universidad. Foto: difusión
“No hubo la decisión política porque esa fue una netamente de la Policía. Yo me he enterado cuando he estado viendo la intervención por televisión. Por delito de flagrancia lo han realizado”, dijo el ministro.
De acuerdo con el Código Penal, se tipifica el delito de omisión de actos funcionales de la siguiente forma: “El funcionario público que, ilegalmente, omite, rehúsa o retarda algún acto de su cargo será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años y con treinta a sesenta días-multa”.
Fuente: La República
