Con un Kylian estelar, los parisinos aplastaron al Pays de Cassel de la Sexta División y avanzaron en la Copa de Francia.
Gol de Mba… Gol de Neyma… Otro de Mbappé. Bueno, PSG gana por… 4-0, metió otro Kylian. Y otro. Y otro más. Y un séptimo, por qué no. El conjunto parisino no le dio descanso a nadie: ni a los espectadores, que no podían levantarse para ir al baño sin perderse un gol, ni al Pays de Cassel, un modesto equipo de la Sexta División francesa que llegó ilusionado al cruce de 16avos de Copa de Francia y se fue estropeado, abatido y goleado por 7-0. Y eso que Galtier les dio el beneficio de dejar descansando a Leo Messi…
Esta historia, con un final esperable, no tuvo un arranque lógico. Sí en las formas, porque el Pays de Cassel se encerró en su arco y le cedió el protagonismo al PSG, pero no en el trámite. Rozando la media hora, el equipo del ascenso seguía firme, bien paradito y saliendo con criterio, y el PSG no lograba dar esa estocada final que abriera y cerrara el duelo. A los 28 minutos, cuando lo consiguió, es que empezó el partido que la gente se puso a ver.
Mbappé, la figura absoluta de la jornada, se anotó primero en la tabla goleadora al empujar un centro atrás de Pembelé. Al ratito, cinco minutos después, el francés fue clave devolviéndole una pared a Neymar y permitiéndole que, con su gambeta, estampe el 2-0. Sesenta segundos después -no es chiste-, el 3-0, nuevamente con la Tortuga Ninja como protagonista. El partido, por supuesto, ya estaba desvirtuado. Y los goles, a la par, no pararon de llegar.
Kylian cerró el primer tiempo consiguiendo su triplete. Triplete que se convirtió en póker y, después del festejo de Soler -¡definió de taco en el área chica!-, terminó siendo un repóker. Repóker de un recontra crack que quedó a cuatro goles de superar a Edinson Cavani y pasar a ser el máximo goleador en la historia del PSG.
Fuente: OLÉ