Cada fabricante da un tallaje diferente. Utiliza esta sencilla técnica para saber si un zapato te dará problemas en el futuro
Quién más y quién menos, todo el mundo sabe cuál es su número de calzado. Sin embargo, el tallaje no siempre es preciso y -a veces- las empresas dan un número diferente por el mismo tamaño (las tablas de tallas de cada marca y fabricante suelen estar a disposición de los usuarios en sus páginas web). Además, cuando hablamos de calzado, una de las reglas más importante que debemos aprender es que no todo es la talla.
Es más, a veces un zapato de nuestra talla… pero con un diseño excesivamente estrafalario, puede ser igual de incómodo que un zapato del tamaño equivocado. Hay algunos zapatos que -por su diseño- son especialmente estrechos o especialmente anchos, algunos son de cuero y otros de tela, y algunos tienen más tacón que otros… Todos estos elementos acaban influyendo en el tallaje.
Además, puede dar lugar a la aparición de diferentes problemas en el pie: por ejemplo, si el calzado es demasiado plano, podemos desarrollar fascitis plantar (inflamación de la planta del pie) y si el calzado tiene la punta muy estrecha, es muy probable que aparezcan juanetes. Es decir, que hasta el zapato más bonito puede acabar adornando el armario si no somos cuidadosos a la hora de elegir la talla. Así que, si quieres evitar cualquier problema en el futuro, ten en cuenta los siguientes consejos:
Cómo elegir la talla perfecta
La mejor forma de averiguar si un zapato es lo suficientemente cómodo es caminar con él por un tiempo. Pero claro, no sería nada elegante por nuestra parte si cogiéramos los zapatos en la tienda y los usásemos por más de un minuto. Es cierto que usándolos durante tan poco tiempo no podremos tener la certeza de que -efectivamente- el calzado va a encajar perfectamente con nuestro pie… pero al menos nos aseguraremos de que no nos roza en ningún sitio.
Un ejercicio que es muy conveniente para comprobar que el zapato no nos dará problemas en el futuro es empujar el pie hacia la puntera e introducir el dedo índice en la parte del talón. Si el dedo entra y sale con relativa facilidad, entonces podremos decir -con toda certeza que hemos dado con el número correcto.
Recuerda hacer este ejercicio con los cordones desatados y -si es posible- hacerlo a última hora del día, que es cuando nuestros pies estarán más hinchados. Y recuerda también utilizar los calcetines que sueles usar normalmente porque, a efectos prácticos y en lo que al tallaje del calzado se refiere, el pie y el calcetín son un todo.
Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA