Comunarios de Rancho Norte y Sud acudieron a enfrentarse a la Aduana y la Policía motivados por quedarse con los productos. Las autoridades aseguran que los contrabandistas acarrearon gente de la ciudad.
El conflicto dejó un saldo de cerca de una decena de heridos, uno de ellos un funcionario aduanero que recibió una pedrada en el rostro cerca del ojo, también hubo daños a los vehículos públicos y el inicio de un proceso penal. Según la gerente regional de la Aduana, Lourdes Aldana, los contrabandistas organizan y pagan para provocar estos hechos.
“Somos víctimas permanentes de estos amedrentamientos de bandas delincuenciales. (…) Contratan de manera inmediata sicarios para agredir con piedras, inclusive tenían balines. Además, convocan a la gente a saquear y le pedimos a la población de no acudir a porque van a incurrir en sanciones por delitos”, dijo.
Presuntamente, el camión con placa 5993-GZH pretendía esquivar la tranca de Pajchani usando la antigua carretera por Sama. Pero al ser interceptado por los aduaneros, el conductor estacionó en una calle del Rancho y se investiga si él o los propietarios pincharon las llantas para que no pueda moverse el vehículo. Los funcionarios optaron por quedarse a hacer vigilia, mientras de a poco llegaban comunarios que escucharon la convocatoria.
Al ver que el grupo crecía, convocaron a la Policía. Sin embargo, cuando se dirigían al lugar presuntos contrabandistas y comerciantes de Tarija instalaron un punto de bloqueo en la carretera.
Los uniformados tuvieron que usar un desvío por San Mateo, al llegar encontraron a un centenar personas provistas de hondas, piedras y petardos para impedirles llegar al camión. Se vieron rebasados y no lograron evitar que la gente se lleve toda la mercadería, compuesta por aceite, arroz y harina.
El informe del Comando da cuenta de seis uniformados heridos, mismo número de escudos destrozados y daños a sus camionetas. Mientras que su reporte de Inteligencia ya cuenta con una lista de personas identificadas, entre las que figuran los dueños de negocios en el Campesino, además de las placas de automóviles donde se trasladó personas desde la ciudad.
Fuente: El País