En Perú, van cinco semanas de gobierno y casi medio centenar de muertos por disparos de las fuerzas de seguridad contra las protestas que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el adelanto de elecciones para este año. El estado de emergencia y la represión no detienen las masivas movilizaciones.
Las protestas que comenzaron en el sur andino, la zona con más pobreza y donde más apoyo tenía el destituido y encarcelado expresidente Pedro Castillo, se han extendido a otras zonas del país, incluyendo Lima.
“La toma de Lima”
Continúan multitudinarias movilizaciones diarias y bloqueos de vías en distintas regiones. El sur está paralizado. En una protesta de origen andino y campesino, desde los Andes se anuncia “la toma de Lima”.
Decenas de miles se han comenzado a movilizar hacia la capital para masificar la protesta en el centro político y económico del país.
El gobierno justifica la cruenta represión y refuerza un discurso que criminaliza las protestas, acusando a manifestantes de extremistas y hasta de terroristas.
71% de rechazo
El Ejecutivo insiste en acusar, sin evidencias, al expresidente boliviano Evo Morales de promover las protestas en el sur del Perú.
De acuerdo a una encuesta, la presidenta Boluarte tiene un respaldo de 19% y una desaprobación de 71%. Alto rechazo que se expresa con fuerza en las calles.
Fuente: RFI