El róver Curiosity ha descubierto un mineral rico en agua que podría servir para futuras misiones humanas al planeta rojo.
Según el equipo de científicos que realizó el hallazgo, liderado por el físico estadounidense Travis Gabriel y publicado en la revista científica Journal of Geophysical, el ópalo se esparciría a lo largo de una vasta área de fracturas del subsuelo, un recóndito lugar que podría haber sido mucho más habitable que la superficie, donde la temperatura y la radiación son extremas.
El hallazgo también es importante porque se creía que el agua marciana solo abundaba en los polos en forma de depósitos de hielo y no en el ecuador del planeta rojo, cuya superficie se ve desértica.
Ópalo en el subsuelo marciano
El descubrimiento del ópalo en Marte fue posible tras analizar datos antiguos proporcionados por el espectrómetro de neutrones del robot de seis ruedas, de nombre DAN (Dynamic Albedo of Neutrons).
En esas imágenes, los investigadores hallaron unas anomalías que consistían en anillos de sedimento que se destacaban por su color claro (conocidos como halos de fractura) y que recién ahora, tras analizar su composición, se reconocen como gemas de ópalo.
Gabriel y sus colegas sostienen que la presencia de ópalo sugiere que los halos de fractura en Marte indican los últimos lugares en Marte que gozaron de abundancia de agua líquida, un método de exploración que también podría replicarse con el róver Perseverance en el cráter Jezero.
Fuente de agua para futuras misiones
El ópalo está compuesto de agua y sílice, con pequeñas cantidades de impurezas como el hierro. Dado que no es un mineral, el agua no está tan estrechamente ligada a una estructura cristalina, eso significa que si lo mueles o le aplicas calor, el ópalo suelta su componente líquido.
En esa línea, el equipo de científicos asegura que estos mineraloides que retienen agua pueden ser un gran recurso hídrico para futuras actividades de exploración en otras regiones de Marte, cuando se logren hallar.
Fuente: La República