Un potente transmisor situado en Alaska ha enviado al espacio señales de radio de gran longitud de onda con el propósito inédito de hacerlas rebotar en un asteroide para conocer su interior.
Se calcula que el asteroide, 2010 XC15, tiene unos 150 metros de diámetro y pasa junto a la Tierra a dos distancias lunares, que es el doble de la distancia entre la Tierra y la Luna.
Los resultados del experimento, efectuado el 28 de diciembre en las instalaciones de investigación del Programa de Investigación Auroral Activa de Alta Frecuencia (HAARP) en Gakona, podrían ayudar a los esfuerzos para defender a la Tierra de asteroides más grandes que podrían causar daños significativos.
“Analizaremos los datos en las próximas semanas y esperamos publicar los resultados en los próximos meses”, declaró en un comunicado Mark Haynes, investigador principal del proyecto e ingeniero de sistemas de radar del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
“Este experimento era la primera vez que se intentaba observar un asteroide a frecuencias tan bajas. Esto demuestra el valor de HAARP como posible herramienta de investigación futura para el estudio de objetos cercanos a la Tierra”, dijo.
Existen varios programas para detectar rápidamente asteroides, determinar su órbita y forma y obtener imágenes de su superficie, ya sea con telescopios ópticos o con el radar planetario de la Red de Espacio Profundo, la red de grandes antenas de radio de alta sensibilidad de la NASA en California, España y Australia.
Sin embargo, estos programas de radar no proporcionan información sobre el interior de los asteroides. Utilizan señales de longitud de onda corta, que rebotan en la superficie y proporcionan imágenes externas de alta calidad, pero no penetran en el objeto.
Las señales de radio de longitud de onda larga pueden revelar el interior de los objetos.
HAARP, que utiliza tres potentes generadores, comenzó a transmitir señales chirriantes de longitud de onda larga a las 2 de la madrugada del martes y siguió enviándolas ininterrumpidamente hasta el final previsto del experimento de 12 horas.
En el experimento también participan la Red de Longitud de Onda Larga de la Universidad de Nuevo México, cerca de Socorro (Nuevo México), y la Red de Longitud de Onda Larga del Observatorio Radiofónico del Valle de Owens, cerca de Bishop (California).
El experimento del martes también sirvió de prueba para sondear un asteroide mayor que 2010 XC15. El asteroide Apophis, descubierto en 2004, realizará su máxima aproximación a la Tierra el 13 de abril de 2029. Se acercará a unos 30.000 kilómetros de la Tierra, más cerca que los numerosos satélites geoestacionarios que orbitan el planeta.
Inicialmente se pensó que Apofis, que la NASA calcula que mide unos 300 metros de diámetro, supondría un riesgo para la Tierra en 2068, pero desde entonces los investigadores han proyectado mejor su órbita y ahora no representa un riesgo para el planeta durante al menos un siglo.
La prueba del martes sigue a otras realizadas en enero y octubre, en las que los científicos hicieron rebotar señales de longitud de onda larga en la Luna para preparar el experimento de esta semana.
Fuente: Europa Press