En el mes de enero el Liverpool ya no está en disposición de pelear por la Premier League. Parece mentira, pero así es. Salvo un milagro sin precedentes, el equipo de Jürgen Klopp se ha quedado sin opciones de discutirle el título al Arsenal y el Manchester City. Su derrota en casa del Brentford (3-1) le deja a quince puntos de los ‘gunners’ y con un partido más y a ocho de los de Guardiola en las mismas circunstancias.
Y lo peor de todo es que ni siquiera el acceso a la Champions de la próxima temporada parece fácil. Los de Klopp parecen ahora dirigir toda su atención a la eliminatoria de Champions League contra su último verdugo en la pasada final, el Real Madrid. Mucho tendrá que mejorar, visto lo visto, si no quiere llevarse otra decepción como la sufrida en el Gtech Community Stadium de Brentford.
Y eso que los ‘reds’ salieron con fuerzas, generando peligro y dominando con claridad. Pero donde antes estaba Mané ahora está Darwin Nuñez, y el uruguayo mandó al limbo dos grandes ocasiones, una de ellas a puerta vacía. Esa falta de puntería mantuvo con vida a un Brentford que encontró su momento a balón parado.
En un córner botado al primer palo, Konaté se equivocó en el despeje y asestó el primer golpe a una defensa que se tambaleó de manera preocupante por momentos. Wissa avisó poco después con un gol anulado y en la siguiente que tuvo mandó el balón a la red. Al descanso el Liverpool se iba tocado, pero no hundido.
Amago de remontada
Klopp movió piezas y realizó un triple cambio que le dio otro aire a su Liverpool. La presencia de Keita en mediocampo acentuó el dominio de un Liverpool que se fue a la desesperada a por un tanto que le metiese en el partido. Lo logró con un cabezazo precioso de Oxlade a centro de Alexander-Arnold.
Fueron momentos de angustia para el Brentford, que achicó balones como pudo, ayudado por la poca contundencia de Darwin y la intermitencia de Salah, al que el Liverpool echó de menos en la fase decisiva del partido. Pero, pese a todo esto, se mascaba el empate hasta que llegó la acción polémica del partido. En un contragolpe del Brentford, Mbeumo mandó al suelo a Konaté en la pelea. La falta parecía clara pero el colegiado dejó seguir y Mbeumo se quedó frente a Alisson. La sentencia estaba servida.
El Liverpool sumó una nueva decepción en una Premier que ya se le ha puesto imposible. Demasiados puntos por el camino y una situación comprometida de aquí a final de temporada. Y el 2023 no ha hecho más que empezar.
Fuente: MARCA