Muchos ucranianos han decidido celebrar la Navidad este fin de semana, lo que no es del todo evidente. En el calendario ortodoxo, la Natividad se celebra tradicionalmente el 7 de enero. Pero ahora las autoridades civiles y religiosas dan libertad a los ucranianos para elegir la fecha que deseen para la Navidad.
Con Stéphane Siohan, corresponsal de RFI en Kiev
Cada vez más ucranianos quieren desmarcarse de la órbita cultural y religiosa rusa celebrando la Navidad el 25 de diciembre.
Tradicionalmente, la Navidad sólo se celebra en Ucrania el 25 de diciembre por la minoría greco-católica del oeste del país, mientras que la mayoría de los ortodoxos celebran la Natividad el 7 de enero, siguiendo el calendario gregoriano. Pero en 2017, el Parlamento legisló y autorizó, caso único en Europa, la coexistencia de dos Navidades, en dos fechas distintas. Hasta ahora, el injerto no había cuajado del todo, y el 25 de diciembre era un día como cualquier otro.
La guerra cambia los hábitos
Pero la guerra parece estar cambiando los hábitos: muchos ucranianos ya no quieren celebrar la Navidad el mismo día que los rusos. Así, poco a poco, las parroquias de la Iglesia Ortodoxa Unificada, como el prestigioso Monasterio de San Miguel de Kiev, animan a su rebaño a celebrar la Navidad el 25 de diciembre.
La Iglesia Ortodoxa de Volinia, en el noroeste del país, en la frontera con Polonia, ha decidido oficializar dos fechas navideñas. Poco a poco, los ucranianos empiezan a organizar celebraciones de Nochebuena el 24 de diciembre, como forma de sentirse aún más europeos.
Un ejemplo es Alisa, una madre. Decidió celebrar la Navidad el 25 de diciembre para mostrar su “solidaridad con Europa”. “Para mí, la dimensión religiosa no es muy importante. Ya sea una Navidad ortodoxa o católica, para mí es algo más global. Se trata de sentirnos más cerca de Europa y de los valores europeos y de alejarnos de este pasado totalitario, de todo lo que nos acerca a Rusia y al pasado soviético”, afirma.
Fuente: RFI