La gran tormenta de invierno que azota a Estados Unidos esta semana puede provocar la Navidad más fría en cuatro décadas, advierten los meteorólogos.
Más de 200 millones de personas están bajo alerta de clima invernal en unos de los días de mayor actividad turística del año. Las temperaturas podrían bajar a -57 ºC.
Los meteorólogos advierten que estas temperaturas podrían provocar que se llegue al punto de congelación en 5 a 10 minutos.
Las autoridades vinculan la muerte de al menos 19 personas con el temporal de frío.
Cerca de un millón y medio de personas se quedaron sin electricidad este viernes por los apagones que dejan los fuertes vientos, según iinformó el sitio PowerOutage.US.
Los residentes de Carolina del Norte son los más afectados por los apagones, seguidos de los de Virginia.
Otros estados fuertemente impactados por los cortes de electricidad son Maine, Tennessee, Nueva York y Pensilvania.
La ola de frío comenzó en el noroeste del Pacífico el martes y luego giró hacia el este, produciendo este viernes una “bomba ciclónica“.
Esta tormenta ártica afecta a gran parte de Estados Unidos y Canadá. Las alertas se extienden de costa a costa y llegan tan al sur como la frontera con México.
La tormenta invernal se denomina Elliot. Se espera que la explosión ártica ocasione la Navidad más fría en el Medio Oeste desde finales de la década de 1980.
Incluso se prevé que el soleado estado de Florida tenga la Navidad más fría en 30 años.
Caos y frustración en los aeropuertos
Por Bernd Debusmann, corresponsal en Washington
Con un número creciente de vuelos retrasados o cancelados en Estados Unidos, miles de pasajeros se han quedado varados o luchando por encontrar alternativas mientras se apresuran a regresar a casa para las vacaciones.
Estoy de regreso en Washington DC, aproximadamente 16 horas después de subirme a un avión para lo que se suponía que sería un viaje relativamente simple y de una sola parada de regreso desde la frontera en El Paso, Texas.
El viaje, sin embargo, se convirtió en una odisea marcada por la frustración. Un retraso de varias horas de mi primer vuelo, a Dallas, donde las temperaturas han bajado a -4 ºC, hizo que perdiera una conexión.
Yo no era el único. En Dallas vi a docenas de personas durmiendo en las terminales o suplicando al personal de la aerolínea que los ayudara.
Otros simplemente se dieron por vencidos y se dirigieron a los hoteles locales para averiguar qué hacer a continuación.
Finalmente, logré conseguir un vuelo alternativo, que nuevamente se retrasó varias horas. A una colega de la BBC que se dirigía a su casa en Nueva York se le canceló el vuelo por completo, lo que la obligó a volar a Washington, a 321 kilómetros de distancia, desde donde planeaba tomar un tren.
Aproximadamente dos horas después de la salida programada, mi vuelo despegó. Cualquier sentimiento de alivio, sin embargo, fue prematuro. Cuando nos acercábamos al Aeropuerto Ronald Reagan en Washington, el piloto anunció que el clima nos obligaría a desviarnos al segundo aeropuerto de la ciudad, Dulles International, a unos 40 minutos del centro.
Vientos y nieve
La tormenta está produciendo fuertes vientos y acumulaciones de nieve, informó el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) de Estados Unidos.
“Los vientos fríos de esta magnitud pueden causar congelación en menos de cinco minutos si no se toman precauciones, y la hipotermia y la muerte también son posibles por la exposición prolongada al frío”, advirtió el organismo.
El NWS lo calificó como un evento meteorológico invernal “único en esta generación”, especialmente cuando la tormenta llegue a la región de los Grandes Lagos, donde se espera que su presión alcance el equivalente a un huracán de categoría 3.
Los gobernadores de Kentucky y Carolina del Norte declararon estado de emergencia.
“Tuvimos una gran semana de Acción de Gracias con una interrupción mínima”, le dijo al canal MSNBC el secretario de Transporte estadounidense. Pete Buttigieg, el miércoles.
“Desafortunadamente, no va a ser así en Navidad”.
Viajes cancelados
La tormenta se produce cuando la Administración de Seguridad del Transporte espera que el volumen de viajes de vacaciones esté cerca de los niveles previos a la pandemia.
La Asociación Estadounidense del Automóvil estimó que más de 112 millones de personas viajarán 80 kilómetros o más desde su hogar entre el 23 de diciembre y el 2 de enero, la gran mayoría (102 millones) en automóvil.
Más de 2.200 vuelos fueron ya cancelados el jueves y el viernes, de acuerdo a la web que monitorea el tráfico aéreo FlightAware.
Denver enfrentó la peor parte de la ola de frío ya el jueves con una caída en picado de temperaturas.
El Coliseo de Denver, un estadio cubierto, se está convirtiendo en un centro caliente para acoger personas.
Se advirtió a Chicago que se prepare para fuertes nevadas, con ráfagas que superarán los 80 kilómetros por hora.
Tal como anticipaban los meteorólogos, la tormenta generó el viernes una “bomba ciclónica”, en concreto en la zona de los Grandes Lagos.
¿Qué es una bomba ciclónica?
Es el término que se asigna a una tormenta que se intensifica rápidamente, con una caída de la presión del aire en el centro de al menos 24 milibares en 24 horas.
Se les conoce como bombas ciclónicas debido al poder explosivo que provoca la rápida caída de la presión.
Tales tormentas traen un clima que va desde ventiscas hasta fuertes tormentas eléctricas y fuertes precipitaciones.
Las bombas ciclónicas son más comunes en la costa este de Estados Unidos y Canadá, donde la tierra fría y la corriente cálida de la Corriente del Golfo brindan condiciones óptimas para su surgimiento.
Fuente: BBC