Los investigadores no han dado con el paradero de la bebé ni de la raptora. Los papás de la niña no pierden la esperanza de encontrarla. Cuestionan el trabajo de la Fiscalía.
Este 23 de diciembre se cumple un año sin Daylin, la bebé que fue raptada a sus tres meses de vida por una desconocida en La Paz. No hay rastros de la niña ni de la raptora que se hacía llamar “Camila”. Wilfredo Cunurana Mamani y Gregoria Bautista Iscayrramana sufren, pero no claudican y tienen la fe y esperanza de volver a tener a su hija entre sus brazos.
Los jóvenes padres, oriundos de Bolívar (Cochabamba), viven con una “herida abierta” hace 365 días. Se han realizado varios operativos, pero no hay pistas sólidas sobre el paradero de la niña, su raptora u otras personas vinculadas en la desaparición.
En diciembre de 2021, Gregoria viajó a La Paz por regalos para la Navidad. Estaba con su bebé y sus dos sobrinos en la Terminal de Buses cuando “Camila” se le acercó y se ofreció a comprar juguetes para los niños. Los llevó hasta la calle Chorolque donde hicieron algunas compras y luego ingresaron a un baño público. La joven madre puso a su niña en el piso, mientras aseaba a sus sobrinos. Daylin comenzó a llorar y la mujer, que se había ganado la confianza de Bautista, la cargó en sus brazos. Aprovechó unos segundos de descuido y se llevó a la pequeña.
El hecho ocurrió al promediar las 15:30. Gregoria salió del baño, pero “Camila” y su bebé no estaban en la puerta. Corrió varias calles, pero no las encontró, por lo que pidió ayuda a la Policía y comenzó la búsqueda. Esa tarde, la joven llamó a su esposo Wilfredo, quien estaba cosechando papa en Bolívar, para comunicarle que su hija había sido raptada. De inmediato, Cunurana salió de su pueblo y por la noche se sumó a los rastrillajes en La Paz.
Para Abel Loma, abogado que apoya a los papás de Daylin, los operativos de búsqueda durante los primeros meses fueron constantes, pero, con el pasar del tiempo, bajó la intensidad. Considera que actualmente hay una “improvisación”.
Dijo, entrevistado por OPINIÓN, que ahora la Fiscalía busca investigar a Gregoria y a su entorno familiar. La joven deberá someterse a pericias psicológicas y exhumarán el cuerpo de un bebé que nació sin vida y que, los esposos, tuvieron que enterrar en su pueblo hace tiempo. “Hay poca seriedad en el trabajo de la Fiscalía, quien justifica estas determinaciones bajo el principio de reserva y estrategia de la investigación y, por eso, no revelarían por qué lo están haciendo (…). No sabemos de qué manera estos actos nos acerquen a Daylin”.
Cree que la comisión de fiscales, a la cabeza de Sarina Guardia, pretenden poner en “tela de juicio” la denuncia de Gregoria, pese a que las cámaras de vigilancia captaron el momento en el que la raptora se llevó a Daylin.
Al respecto, Guardia dijo que no desconfían del testimonio de Gregoria, pero que las pericias y la exhumación ayudarán en la investigación sin dar más detalles, según una publicación de Erbol.
Loma, junto a los papás de la bebé, iniciará en los próximos días una campaña en toda Bolivia para que la gente los ayude a dar con el paradero de Daylin y su raptora.
Fuente: OPINION