El impacto de la nave espacial DART que alteró la órbita del asteroide Dimorphos desplazó más de mil toneladas de roca al espacio, suficiente para llenar 6 o 7 vagones de tren de mercancias.
Desde que la nave espacial DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA chocó intencionadamente contra el asteroide lunar Dimorphos el 26 de septiembre -alterando su órbita en 33 minutos-, el equipo de investigación ha estado estudiando las implicaciones de cómo podría utilizarse esta técnica de defensa planetaria en el futuro, si alguna vez surgiera la necesidad. Esto ha incluido un análisis más detallado de los “eyecta” -las muchas toneladas de roca asteroidal desplazadas y lanzadas al espacio por el impacto-, cuyo retroceso aumentó sustancialmente el empuje del DART contra Dimorphos.
Las continuas observaciones de los eyecta en evolución han permitido al equipo de investigación comprender mejor lo que la nave espacial DART consiguió en el lugar del impacto. Los miembros del equipo DART han ofrecido una interpretación preliminar de sus hallazgos durante la Reunión de Otoño de la Unión Geofísica Americana en Chicago.
Lo que podemos aprender de la misión DART forma parte del trabajo global de la NASA para comprender los asteroides y otros cuerpos pequeños de nuestro Sistema Solar”, dijo en un comunicado Tom Statler, científico del programa DART en la sede de la NASA en Washington, y uno de los ponentes en la sesión informativa. “El impacto con el asteroide fue sólo el principio. Ahora utilizamos las observaciones para estudiar de qué están hechos estos cuerpos y cómo se formaron, así como la forma de defender nuestro planeta en caso de que un asteroide se dirija hacia nosotros”.
Un elemento central de este esfuerzo son los detallados análisis científicos y de ingeniería posteriores al impacto de los datos de la primera demostración mundial de tecnología de defensa planetaria. En las semanas posteriores al impacto, los científicos se centraron en medir la transferencia de impulso de la colisión del DART con su asteroide objetivo a aproximadamente 22.530 kilómetros por hora.
Los científicos calculan que el impacto del DART desplazó al espacio más de mil toneladas de roca polvorienta, suficiente para llenar seis o siete vagones de ferrocarril. El equipo está utilizando estos datos -así como nueva información sobre la composición de la luna del asteroide y las características de la eyecta, obtenida a partir de observaciones telescópicas e imágenes del CubeSat Italiano Ligero para la Captación de Imágenes de Asteroides (LICIACube), aportado por la Agencia Espacial Italiana (ASI)- para averiguar cuánto movió el asteroide el impacto inicial del DART y cuánto se debió al retroceso.
Sabemos que el experimento inicial funcionó. Ahora podemos empezar a aplicar este conocimiento”, dijo Andy Rivkin, co-líder del equipo de investigación DART en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins (APL). “Estudiar los eyectas producidos en el impacto cinético -todos ellos derivados de Dimorphos- es una forma clave de obtener más información sobre la naturaleza de su superficie”.
Las observaciones realizadas antes y después del impacto revelan que Dimorphos y su asteroide de mayor tamaño, Didymos, tienen una constitución similar y están compuestos del mismo material, material que se ha relacionado con las condritas ordinarias, similares al tipo más común de meteorito que impacta contra la Tierra. Estas mediciones también aprovecharon la eyecta de Dimorphos, que dominó la luz reflejada del sistema en los días posteriores al impacto. Incluso ahora, las imágenes telescópicas del sistema Didymos muestran cómo la presión de la radiación solar ha estirado la corriente de eyecta hasta formar una cola similar a la de un cometa de decenas de miles de kilómetros de longitud.
EL MATERIAL EXPULSADO CONTRIBUYÓ A MOVER EL ASTEROIDE
Uniendo todas estas piezas y suponiendo que Didymos y Dimorphos tienen las mismas densidades, el equipo calcula que el impulso transferido cuando DART chocó con Dimorphos fue aproximadamente 3,6 veces mayor que si el asteroide hubiera absorbido simplemente la nave y no hubiera producido eyecta alguna, lo que indica que los eyecta contribuyeron a mover el asteroide más que la nave.
Predecir con exactitud la transferencia de momento es fundamental para planificar una futura misión de impacto cinético, si es que alguna vez es necesaria, incluida la determinación del tamaño de la nave espacial impactadora y la estimación de la cantidad de tiempo necesario para garantizar que una pequeña desviación desvíe de su trayectoria a un asteroide potencialmente peligroso.
“La transferencia de impulso es una de las cosas más importantes que podemos medir, porque es la información que necesitaríamos para desarrollar una misión impactora que desvíe un asteroide amenazador”, dijo Andy Cheng, jefe del equipo de investigación DART del Johns Hopkins APL. “Comprender cómo el impacto de una nave espacial cambiará el impulso de un asteroide es clave para diseñar una estrategia de mitigación para un escenario de defensa planetaria”.
Ni Dimorphos ni Didymos suponen peligro alguno para la Tierra antes o después de la colisión controlada de DART con Dimorphos.
Fuente: EUROPA PRESS