Las autoridades de Siria han elevado a más de 1.600 el número de casos de cólera detectados desde la declaración de un brote en septiembre, con epicentro en la provincia de Alepo (norte), si bien se teme que la cifra pudiera ser mucho mayor.
El Ministerio de Sanidad sirio ha señalado que hasta el momento se han confirmado 1.609 casos, con 49 fallecidos. Un total de 987 casos han sido detectados en Alepo, la provincia más afectada, tal y como ha recogido la agencia estatal siria de noticias, SANA.
Por detrás figuran Deir Ezzor, con 233; Latakia, con 97; Hasaka, con 90; Raqqa, con 54, Hama, con 38; Homs, con 28; Sueida, con 26; Damasco, con 20; Campiña de Damasco, con 17, Tartús, con diez; Daraa, con cinco; y Quneitra, con cuatro.
En el caso de los fallecidos un total de 40 han sido registrados en Alepo, mientras que Hasaka ha confirmado cuatro muertos, por los dos de Deir Ezzor y uno en Homs, Hama y Damasco.
Las autoridades sirias lanzaron la semana pasada una campaña de vacunación tras recibir dos millones de dosis de la vacuna. La campaña tiene entre sus principales objetivos a poblaciones vulnerables en las provincias más afectadas por el brote: Alepo, Deir Ezzor, Hasaka y Raqqa.
La representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Siria, Iman Shankiti, dijo antes del inicio de la campaña que “el cólera es una amenaza de salud pública que afecta a la salud de las poblaciones y supone costes sustanciales a los sistemas de salud pública”.
El cólera es una enfermedad diarreica aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados con el ‘bacilo vibrio cholerae’, según resalta la OMS en su página web, donde subraya que “el cólera sigue siendo una amenaza mundial para la salud pública y un indicador de inequidad y falta de desarrollo social”.
Fuente: Europa Press