La Guardia Civil detuvo a 13 de los huidos en la madrugada de este miércoles, incluida a la mujer embarazada que dijo haber roto aguas, mientras que el resto continúan en búsqueda
Eran las 4:30 de la madrugada cuando el piloto decidió tocar tierra porque una mujer en el interior manifestó que iba a dar a luz. La aeronave venía de Casablanca y se dirigía a Estambul, pero al atravesar el territorio español decidió forzar el descenso rápidamente en Barcelona. Hasta allí se desplazaron dos patrullas de la Guardia Civil y los servicios médicos para atender a la embarazada, pero en el momento en el que se abrieron las puertas un grupo de personas saltó y salió corriendo por la pista. De los 14 detenidos, cinco volvieron al avión de forma voluntaria mientras que para los otros ocho se ha iniciado el proceso de inadmisión de retorno.
Este segundo intento de entrada ilegal a través de aeropuertos pone de manifiesto una brecha en la seguridad del control de fronteras. Ya el altercado de Baleares puso sobre la mesa la necesidad de modificar los protocolos de actuación en el transporte aéreo. Ese asunto terminó judicializado y la jueza acreditó que se había tratado de una acción “medianamente organizada” y violenta. En Barcelona está todavía por esclarecerse si los pasajeros también organizaron un tumulto con el que conseguir escapar de los límites de la aeronave.
El Juzgado de Instrucción 6 de Palma puso de manifiesto que en el interior del avión se vivieron escenas de “caos y agresividad”. Según los documentos de la causa los pasajeros pusieron en peligro la integridad del pasaje al impedir que la tripulación cerrara la puerta una vez se evacuó al supuesto enfermo. En esa ocasión también fue una emergencia sanitaria, un hombre que fingió un coma diabético.
Los hechos sucedieron un viernes sobre las 17:35 de la tarde, cuando la torre de control recibió la comunicación de que un pasajero necesitaba asistencia médica. A las 18:25 fueron trasladados dos pasajeros: el supuesto enfermo, de 24 años, y un acompañante de 21 años, ambos marroquíes. Fueron evacuados al Hospital Son Llàtzer por una ambulancia del servicio médico del aeropuerto, acompañados por seguridad.
En el momento en el que no había vigilancia, se produjo un altercado dentro del avión y, entre la tensión, un hombre llegó a intentar forzar la puerta de emergencia que quedó inutilizada. De la investigación se esclareció que los jóvenes marroquíes comentaron días antes en Facebook que les llevarían a un terminal en el que solo habría un agente de seguridad privada que no podría impedir que huyeran. “Que se apunten los interesados”, precisaba uno de los mensajes.
Fuente: La Razón