Restos de animales excavados en Chile, abatidos y procesados con herramientas líticas hace más de 12.000 años, representan una de las evidencias más antiguas de presencia humana en América del Sur.
Un equipo científico chileno-español descubrió estas evidencias en fósiles de gonfoterios, parientes extintos de los elefantes actuales, cerca del Lago Taguatagua, en Chile Central.
Los restos se excavaron en septiembre, durante la cuarta campaña de excavación en el yacimiento Taguatagua 3, liderados por investigadores del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA), la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad O’Higgins.
Además de los restos fósiles se han recuperado las herramientas líticas empleadas para esas actividades. Éstos instrumentos en piedra muestran el elevado grado de sofisticación en su elaboración así como el uso de materias primas de muy alta calidad, algunas obtenidas con piedras procedentes de cientos de kilómetros del yacimiento. Estos hallazgos, conjuntamente a los de los años anteriores y la documentación de hogueras asociadas a éstos campamentos, convierten al yacimiento de Taguatagua 3 en un referente obligado para explicar la primera ocupación humana de Chile, y en contexto, de América del Sur.
Durante campañas anteriores se han recuperado restos fósiles de gonfoterios, caballo americano, ciervo y miles de restos de fauna menor: desde aves en las que destacan las anátidas migratorias a pequeños mamíferos, además de anfibios, peces y réptiles que se han preservado gracias a la lenta dinámica de deposición lagunar del yacimiento. Gran parte de los restos fósiles presenta evidencia del uso del fuego, para su cocción y posterior consumo. La preservación del yacimiento y de forma concreta la conservación de restos orgánicos (restos de fauna y de flora) se ha visto favorecida por el hecho de tratarse del entorno de un antiguo lago.
Destacan éste año el hallazgo entre los restos de los antiguos elefantes huesos con marcas realizadas con instrumentos cortantes. Éstas marcas documentadas en los huesos son producto de los trabajos de procesado y descarnado de los animales una vez abatidos, informa el IPHES en un comunicado.
Los gonfoterios son una especie extinta de parientes de los elefantes que vivió en América del Sur hasta hace precisamente 12.000-10.000 años, cuando desaparecen del registro en todo el continente, coincidiendo con la colonización y dispersión de nuestra especie en ésta parte del mundo. Los gonfoterios podían pesar más de 4 toneladas y alcanzar los 3 metros de altura, siendo uno de los mamíferos terrestres de mayores dimensiones que habitaba en éste lugar y época.
El yacimiento de Taguatagua 3 muestra cómo de sistemática fue la explotación de ésta especie a la llegada de los primeros humanos, enriqueciendo el debate sobre si nuestra propia especie fue agente causal, o simple observador, de la extinción de uno de los animales más sorprendentes que habitó América del Sur.
Fuente: Europa Press