Opinión. La gran mayoría de los peruanos cree que deberían adelantarse las elecciones generales si el Congreso inhabilita a Castillo. Un 31% de los ciudadanos aprueba al jefe del Estado, un 61% lo desaprueba. Al Congreso lo reprueba el 86% del país.
La gran mayoría de los ciudadanos en el país cree que debería adelantarse las elecciones generales para escoger nuevo Gobierno y Congreso, si el Parlamento inhabilita al presidente Pedro Castillo, según muestra la última encuesta de representación nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), investigación hecha con La República.
El estudio consultó a la población del sábado 19 al jueves 24 de noviembre recientes y tiene márgenes de error de 2,8 puntos por encima y debajo de cada resultado en su representación de la situación nacional.
Aproximadamente, un 87% de los peruanos cree que debería convocarse a nuevas elecciones generales si el Congreso inhabilita a Castillo, decisión parlamentaria que sacaría al mandatario de todo el Estado.
En el Poder Legislativo, una denuncia constitucional contra Castillo alega que cometió traición a la patria, al referirse a un anhelo de salida al mar para Bolivia, y recomienda sancionarlo con inhabilitación del Estado por cinco años.
El último jueves 24, la Comisión Permanente del Congreso devolvió a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales el informe de esa denuncia porque el Tribunal Constitucional había dispuesto anular el proceso por no tener sustento válido.
Otra denuncia constitucional contra el mandatario, de la Fiscalía de la Nación, avanza en el Parlamento. Aún no hay informe del caso, pero no se descarta recomendar la inhabilitación.
Estos procesos apuntan a sacar al jefe del Estado sin tener que renovar el Congreso, contra la opinión mayoritaria del país.
Apenas un 8% de la ciudadanía cree que, si el Parlamento inhabilita a Castillo, este Legislativo debe quedarse hasta el 2026.
La aprobación al mandatario tiene ligero aumento desde mediados de octubre. Entonces, un 25% de los peruanos aprobaba cómo conducía su gobierno, ahora un 31% lo hace.
Congreso, OEA, confianza
El Congreso mantiene su alta desaprobación a ojos de la población, superior a la de Castillo. Un 86% de la nación reprueba el desempeño del Legislativo. Solo un 10% lo aprueba.
El presidente de este poder del Estado, José Williams, también supera a Castillo en percepción negativa. Un 68% del país desaprueba su desempeño. Solamente un 14% lo aprueba.
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Las decisiones del Legislativo traen rechazo con matices.
Un 56% de la ciudadanía, claramente la mayoría, está en desacuerdo con que el Congreso niegue salir del Perú a Castillo. Un 42% está conforme con eso.
Un 50%, medio país, está en desacuerdo con que el Parlamento haya denunciado a Castillo por traición a la patria. Empero, un 46% está de acuerdo.
Pese a esto, un 53% está de acuerdo con que el Congreso inhabilite a Castillo si aprueba la denuncia por traición a la patria. Un 44% está disconforme.
Un 49% de los peruanos cree que la misión de la OEA (Organización de los Estados Americanos) ayudará a salir de la crisis política. Un 42% piensa que no.
Un 52% de la población estaba en desacuerdo con que Aníbal Torres, entonces primer ministro, haya planteado cuestión de confianza al Congreso por temas sobre referéndum. Un 40% estaba conforme con este paso.
Análisis
Pugnas sin sentido, por Patricia Zárate, jefa de Estudios de Opinión del IEP
La pugna entre Congreso y Ejecutivo, abierta y clara desde el inicio del actual Gobierno, ha tenido dos actores principales: el Congreso, en especial la oposición que desde un inicio buscó desconocer los resultados de junio del 2021; y también el Ejecutivo, que con una serie de desaciertos y malas decisiones afectó la gestión estatal y el buen gobierno.
Ambos poderes, elegidos en un contexto de alta fragmentación, no cuentan con una alta aprobación ciudadana, pero es sobre todo el Congreso la entidad que cuenta con una menor aprobación, incluso en Lima metropolitana, plaza contraria al presidente Pedro Castillo. Toda la serie de amenazas entre ambos poderes solo incide en un descrédito de la política. Y, tal como sucedió en agosto, los últimos ataques del Congreso y la respuesta presidencial, el hecho de que el Gobierno responda o incluso tome la iniciativa en los ataques parece ser un elemento que contribuye con el aumento de su aprobación.
Las acciones del Congreso como la denuncia al presidente por traición a la patria o la denegatoria de permiso para viajes al exterior parecen contribuir con la baja aprobación congresal. La acción ciudadana, aún limitada a algunos grupos, no tiene una participación clara en estas decisiones. Veremos los efectos que puede dejar la visita de la OEA a nuestro país.
Fuente: LA REPUBLICA