La nave espacial Orion de la misión no tripulada Artemis I de la NASA ha entrado según lo previsto en el campo gravitatorio de la Luna, cinco días después de su lanzamiento.
La misión, primera del programa de la NASA para el regreso de astronautas a la superficie de la Luna, entró en la esfera de influencia lunar a la 19.09 UTC el 20 de noviembre, haciendo que la Luna, en lugar de la Tierra, sea la principal fuerza gravitacional que actúa sobre la nave espacial.
En ese momento, la nave se encontraba a unos 375.000 kilómetros de la Tierra y a 63.000 de la Luna. Se desplazaba a 600 kilómetros por hora. El primer sobrevuelo tiene un paso previsto a 120 kilómetros de distancia.
Posteriormente, la nave llevó a cabo la denominada cuarta quema de corrección de trayectoria de salida antes de la quema de sobrevuelo motorizada de salida. Los controladores de vuelo llevaron a cabo el sobrevuelo motorizado de salida disparando el motor del sistema de maniobra orbital durante 2 minutos y 30 segundos para acelerar la nave espacial, aprovechar la fuerza de la gravedad de la Luna y dirigirla hacia una órbita retrógrada distante más allá de la Luna.
El encendido de sobrevuelo motorizado de salida es la primera de un par de maniobras necesarias para entrar en una órbita retrógrada distante alrededor de la Luna.
En su cuenta de Twitter, Jim Free, administrador asociado para desarollo de sistemas de exploración de la NASA, confirmaba este 21 de noviembre el desarrollo en curso de estas maniobras de acuerdo al plan previsto.
Por su parte, los controladores de vuelo en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston capturaron imágenes adicionales de la Luna usando la cámara de navegación óptica. La recopilación de imágenes de la Tierra y la Luna en diferentes fases y distancias proporcionará un conjunto mejorado de datos para certificar su eficacia como ayuda para determinar la ubicación de futuras misiones en condiciones de iluminación cambiantes.
Según explica la NASA, los administradores de la misión actualmente tienen dos equipos activos de resolución de anomalías. Los equipos de resolución de anomalías son una parte estándar de la gestión de la misión al reunir a un equipo de expertos técnicos para centrarse en un problema específico al examinar los datos para comprender las implicaciones en un sistema en particular.
La activación de un equipo separado para este trabajo permite a los ingenieros y controladores de vuelo continuar enfocándose en comandar y monitorear la nave espacial y evaluar el progreso de la prueba de vuelo.
Actualmente, un equipo está analizando el sistema de seguimiento de estrellas para comprender una serie de fallas en la memoria de acceso aleatorio, que se han recuperado con éxito con ciclos de energía.
Un segundo equipo está analizando algunos casos en los que una de las ocho unidades ubicadas en el módulo de servicio que proporciona energía de paneles solares al módulo de la tripulación, llamada limitador de corriente de enganche umbilical de la unidad de acondicionamiento y distribución de energía, se abrió sin un comando. El umbilical se cerró con éxito cada vez y no hubo pérdida de energía que fluía a la aviónica en la nave espacial.
Ambos sistemas funcionan actualmente según lo requerido y no hay impactos en la misión relacionados con estos esfuerzos. El análisis de los datos de estos sistemas y la comprensión de su comportamiento durante una prueba de vuelo activa mientras el hardware se encuentra en el entorno del espacio profundo mejorará las operaciones de la misión en Artemis I y futuras misiones.
Fuente: Europa Press