«Si aún tengo que demostrar con 37 años y ocho meses, me preocuparía, después de lo que he hecho y he ganado. Claro que tengo que demostrar lo que soy año tras año», expresó el atacante, ya superado el cuadro digestivo que lo apartó del último amistoso frente a Nigeria, con un triunfo por 4-0; a tres días del debut contra Ghana dentro del grupo H, que se completa con Uruguay y Corea del Sur, y entre las turbulencias de los últimos días por su polémica entrevista antes del Mundial.
Para él, sus declaraciones en ‘Talk TV’ contra de su actual club, el Manchester United, no afectarán a la selección ni al ambiente en ella rumbo al estreno en Qatar 2022 contra Ghana. «Todos los jugadores, todo el personal, todo el vestuario, me conoce y saben cómo soy y pienso. Me conocen desde los 11 años. No se dejarán influir por lo que dicen o escriben», advirtió el atacante, que explicó el gesto con Bruno Fernandes que recorrió todas las televisiones y las redes sociales al principio de la concentración.
«Mi relación con él es excelente», expresó. Y explicó la escena: «Su avión llegó tarde y le pregunté si había venido en barco». Tal situación se sumó a otra que ocurrió cuando agarró a Joao Cancelo para calmarle tras un conflicto en el entrenamiento con Joao Félix, por una entrada sobre él del futbolista del Atlético de Madrid. «El ambiente de la selección es muy bueno. No hay ningún problema. El grupo está blindado», remarcó.
«No hay necesidad de hablar de mí. El seleccionador ya ha hablado sobre todo esto», enfatizó después el delantero, el mejor goleador de la historia de la selección portuguesa, con 117 goles en 191 partidos, con la que ha jugado los últimos 19 años, desde su debut en 2003, y con la que disputará su quinto Mundial a sus 37 años, a la altura ya del récord absoluto que marcó el mexicano Rafael Márquez. También Lionel Messi alcanzará esa cifra.
Su quinto Mundial
«Va a ser mi quinto Mundial, pero la responsabilidad es la misma que cuando me fui a vivir a Lisboa con once años. Siempre tengo responsabilidad. Como jugador, amigo y padre. Es parte de mi vida diaria. Me gusta tener responsabilidad. La presión siempre es la misma. Soy capaz de aguantarla», explicó Cristiano, que instó a los periodistas a no preguntar más por él cuando comparezcan sus compañeros de selección.
«Sería mágico ganar el Mundial, pero no me falta nada en mi vida. Ya he ganado mucho más de lo que esperaba. Ganar sería un sueño, pero sólo puede ganar una selección. Todos tenemos esa ambición, pero vayamos con calma. Soy ambicioso. Quiero ganar el Mundial. Pero aún si me dicen que no voy a ganar más títulos hasta el final de mi carrera sería feliz. Tengo que estar orgulloso de mí mismo, de todo lo que he hecho», apuntó el atacante, que aseguró que «firmaría» ser campeón «sin un gol» suyo.
«Tenemos un gran potencial. Pero hay que pensar con tranquilidad, sólo en el primer partido contra Ghana, que es el más difícil. Queremos empezar bien para ganar confianza. Creo que podemos ser la mejor selección del torneo. Es una generación muy buena, con un gran potencial, un equipo joven, pero sabemos que la exigencia es muy grande. Hay que pensar en el primer partido», avisó.