Dos muertos y varios heridos. Víctimas son Nicolás Santa Gadea y Ángel Torres. Un tercero está grave. Nave estaba por despegar hacia Juliaca, cuando vehículo de salvamento invadió la pista. Dentro del avión había 102 pasajeros y cuatro tripulantes. Latam señala que contaban con autorización para viaje. LAP dice que espera investigaciones. Ministerio Público ya inició indagaciones. Cientos de vuelos fueron postergados. Aeropuerto suspendió actividades hasta hoy a la 1:00 p.m.
Momentos de terror se vivieron ayer en el aeropuerto Jorge Chávez, luego de que un avión de Latam con 102 pasajeros y cuatro tripulantes impactara contra un vehículo del equipo de salvamento y extinción de incendios en el que iban tres bomberos.
El impacto, que provocó un incendio y una enorme humareda que se veía a kilómetros, cobró la vida de dos hombres bomberos, mientras que la situación del tercero es crítica.
Las víctimas han sido identificadas como Nicolás Andrés Santa Gadea Morales (23), de la compañía de Bomberos Garibaldi 7, y Ángel Torres García (44), de la compañía de Bomberos Garibaldi 6, quienes trabajaban en el aeropuerto. La muerte de ambos fue inmediata.
¿Qué ocurrió?
La versión inicial sostenía que el vuelo 2213 de la aerolínea Latam, el cual debía cubrir la ruta Lima-Juliaca, había reportado una emergencia, por lo que los bomberos habrían acudido a atenderla. No obstante, esto luego fue negado. El CEO de Latam Airlines Perú, Manuel Van Oordt, sostuvo que hasta el momento del despegue no había nada inusual.
“No se reportó ninguna emergencia. Es un vuelo que estaba en condiciones óptimas para despegar y se encontró con un camión en la pista de aterrizaje y no sabemos qué hacía ese camión ahí. Tenemos que investigar y esclarecer por qué estaba ahí”, insistió ante los medios de prensa, en la noche.
Agregó que la pista donde aterrizan y despegan los aviones es controlada por una torre de control que debe autorizar cualquier ingreso a ella. “Nosotros estamos esperando que las investigaciones esclarezcan este hecho”. También descartó que haya habido alguna coordinación entre los bomberos y Lima Airport Partners (LAP).
Momentos antes, la gerenta de Reputación de LAP, Rocío Espinoza, dijo lo mismo a la prensa, pero no esclareció nada sobre lo ocurrido, pues manifestó que no podía adelantarse a las investigaciones que se realizan. “Los bomberos aeronáuticos atienden emergencias (…). Lo que ha sucedido exactamente yo no le puedo confirmar porque todo eso está en investigación. Hay coordinaciones internas que se realizan”.
Por la noche, el Ministerio Público del Callao abrió una investigación para determinar las causas del accidente y señalar responsabilidades. Se informó que se busca esclarecer los hechos ante los posibles delitos de homicidio culposo y lesiones culposas. A esto se ha sumado la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) que inició de inmediato las pesquisas correspondientes para determinar qué sucedió en la pista.
Segundos de pánico
Al interior del avión, que debía haber llegado a Juliaca cerca de las 16:30, había personas de todas las edades: desde niños y adolescentes hasta adultos mayores, según relataron algunos pasajeros, entre los que estaba el alcalde provincial de Sandia, Puno, Víctor Adán Málaga.
Él relató que cuando el avión realizaba su recorrido de despegue todos sintieron un fuerte impacto, lo que provocó que se golpeara la cabeza y comenzara a sangrar, mientras que los niños que viajaban con él lloraban y otros pasajeros se mostraban desesperados. “De por sí empieza a aparecer fuego, humareda total, un caos total adentro, y pensamos lo peor”, dijo. Incluso, sostuvo, creyeron que la aeronave explotaría.
Al burgomaestre tuvieron que hacerle nueve puntos en la cabeza. También debió pasar por otras evaluaciones y chequeos para descartar posibles lesiones internas.
Los 102 pasajeros y cuatro tripulantes fueron trasladados a diferentes establecimientos de salud, detalló el doctor Guillermo Huatuco Collantes, vocero del Ministerio de Salud (Minsa).
En diálogo con La República, señaló que 30 personas fueron llevadas hasta la clínica San Gabriel, de las cuales una se quedó en observación porque recientemente tuvo una intervención quirúrgica; a otras 25 se les trasladó a la clínica Providencia. Ellas, en su mayoría, habían sido afectadas por haber aspirado el humo y tenían traumatismos menores.
Y, como se mencionó líneas previas, el bombero Villanueva terminó siendo derivado al Hospital Sabogal, donde está siendo monitorizado y examinado.
Aurelio Orellana, jefe ejecutivo de EsSalud, indicó que el joven resultó con múltiples fracturas, en el cráneo y otras partes del cuerpo. “Las funciones vitales en este momento (anoche) son estables, pero definitivamente el compromiso neurológico se estará evaluando en el transcurso de las horas”.
Caos en aeropuertos
A causa del accidente, los vuelos de salida y llegada al Callao tuvieron que ser cancelados. De acuerdo con LAP, las operaciones en el Jorge Chávez estarán suspendidas hasta hoy a la 1:00 p.m. Con esta decisión, señaló Van Oordt de Latam, más de 200 vuelos se estarían postergando.
Pero el principal problema fue en las primeras horas. Pasajeros de otros vuelos en distintas partes del país no recibieron información alguna, por lo que no sabían qué hacer. Varios de ellos han tenido que pasar la noche en los aeropuertos del Callao, Cusco, Arequipa, Trujillo, Talara y más regiones, porque no podían pagar un lugar en donde quedarse.
Sumado a ello, en Pisco, a donde se derivaron varios vuelos, no había personal para permitir que los pasajeros bajen o para retirar el equipaje. Un piloto de un avión que venía desde Panamá señaló que el aeropuerto no estaba preparado. “Lamentablemente, esta es la infraestructura aeroportuaria que tenemos en nuestro país”.
Testimonios
Víctor Adán Málaga, alcalde de Sandia (Puno)
“En ese momento ya uno piensa que se está despidiendo de todo. La verdad, yo pensé que iba a explotar (el avión) porque había un olor muy fuerte a gasolina. Las azafatas nos hicieron calmar”.
Jhoel Chipana Catalán, abogado y profesor
“Estuve en el asiento 26, las llamas se veían por las ventanas. Los segundos pasaban y el olor a humo se empezaba a sentir dentro del avión. Ese olor no lo olvidaré nunca. Dios es bueno”
Fuente: LA REPUBLICA