La masacre carcelaria se dio luego de que las autoridades intervinieran la prisión para trasladar a un cabecilla de la banda criminal “Los Lobos”.
Los presos asesinados en la nueva masacre carcelaria ocurrida este viernes (18.11.2022) en Ecuador se elevaron a diez, según el último reporte oficial de víctimas emitido por el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, el organismo estatal encargado del control de las prisiones.
Inicialmente el SNAI había dado un primer reporte con ocho reclusos asesinados, mientras que la Fiscalía había confirmado la existencia de nueve cadáveres, por lo que abrió de oficio una investigación preliminar para esclarecer los hechos.
La matanza ocurrió en la cárcel El Inca, de Quito, la misma que el pasado 7 de noviembre ya había sido escenario de otro sanguinario enfrentamiento entre presos que se saldó con el asesinato de cinco de ellos.
Este nuevo episodio se dio después de que la Policía y los agentes penitenciarios intervinieran el centro carcelario para trasladar a Jonathan Bermúdez, cabecilla de la banda criminal Los Lobos, a La Roca, la cárcel de máxima seguridad situada en Guayaquil, donde el Gobierno anticipó que estará aislado e incomunicado.
Durante el proceso para trasladar a Bermúdez, decenas de presos fueron maniatados y tirados en el piso para evitar que opusieran resistencia violenta al traslado de este recluso que, según el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, es el instigador de la anterior matanza en El Inca ocurrida hace 11 días.
Tras la nueva masacre, el SNAI anunció que también se procedió a trasladar a La Roca a otros tres miembros de Los Lobos que supuestamente son los autores materiales del episodio de este viernes, identificados como Juan S. Sargento, Milton Q. Junior y David G. Hormiga.
“Advertimos que no nos dejaremos intimidar por mafias narcotraficantes, ahora tendrán que enfrentar todo el rigor de la ley”, sostuvo Lasso.
Fuente: DW