El primer ministro japonés, Fumio Kishida, consideró “intolerable que Corea del Norte esté repitiendo estos actos provocativos con una frecuencia inédita hasta ahora”. Corea del Sur, por su parte, convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) para analizar el lanzamiento.
El lanzamiento de este viernes se suma a la treintena de proyectiles, una cifra récord, que disparó a principio de noviembre el régimen en respuesta a unas grandes maniobras aéreas de Seúl y Washington, incluyendo otro ICBM que aparentemente falló y se estrelló prematuramente en aguas del mar de Japón.
Antes del impacto, el Ministerio de Defensa nipón advirtió que esperaba que el proyectil cayera a unos 210 kilómetros al oeste de la isla septentrional de Hokkaido, en torno a las 11.20 hora local (2.20 GMT). Poco después de las 10.00 hora local (1.00 GMT) tanto Tokio como Seúl detectaron el lanzamiento hacia el este de un misil en apariencia balístico.
La tensión en la península está alcanzando cotas inéditas ante las repetidas pruebas de armas norcoreanas, las maniobras de los aliados y la posibilidad de que, tal y como indican los satélites, el régimen de Kim Jong-un ya esté listo para realizar su primera prueba nuclear desde 2017.