Parte de los voluntarios recibieron 10.000 dólares cada uno para gastarlos en tres meses, y al final su felicidad se incrementó significativamente.
Un experimento llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) sugiere que el dinero sí puede comprar la felicidad, al menos durante seis meses, según una investigación publicada esta semana en la revista PNAS.
En el estudio participaron un total de 300 voluntarios de tres países de bajos ingresos (Brasil, Indonesia y Kenia) y de cuatro países de ingresos altos (Australia, Canadá, EE.UU. y el Reino Unido) y la mayoría contaba con títulos universitarios. A 200 participantes les entregaron 10.000 dólares en efectivo a cada uno.
El dinero provino de dos donantes anónimos, y los beneficiarios debían gastar la suma en un plazo de tres meses. Las personas que recibieron el dinero y aquellos que no obtuvieron el desembolso completaron encuestas mensuales, mediante las cuales se midieron los “tres componentes centrales del bienestar subjetivo: satisfacción con la vida, afecto positivo y afecto negativo”. Una encuesta adicional se llevó a cabo seis meses después de la entrega del dinero.
Los resultados
Entre los factores de afecto positivo se encontraban sentimientos como la felicidad, y en los negativos, la tristeza. Los resultados revelaron que el dinero aumentó la felicidad de manera significativa, en especial, en los participantes brasileños, kenianos e indonesios, y en menor medida, en los voluntarios de los países de ingresos altos. Mientras las 100 personas que no recibieron el regalo no mostraron ningún cambio en su estado de bienestar.
La mayoría de los beneficiados informaron haber comprado bienes duraderos como automóviles o que destinaron el dinero a la renovación de sus viviendas. La mayor felicidad se registró en los primeros tres meses y aunque la sensación se mantuvo en el siguiente trimestre, no presentaba la misma intensidad.
También se descubrió que los participantes con ingresos anuales de hasta 123.000 dólares incrementaron su dicha solo en una cuarta parte respecto a la felicidad de quienes ganan 10.000 dólares al año.
Los autores del estudio sugieren que la redistribución de riqueza podría beneficiar a la gran mayoría de la población mundial.
Fuente: RT