Sentado en la oscuridad, con el rostro medio iluminado por una luz rojiza, el multimillonario Elon Musk expuso en un evento paralelo de la cumbre del G20 una excéntrica visión del futuro con alienígenas, viajes en cohete y una red de túneles subterráneos.
El nuevo propietario de Twitter apareció por videoconferencia en una cumbre de empresarios paralela al G20 en la turística isla indonesia de Bali.
Proyectado en una gran pantalla encima del escenario, Musk aparecía como una imagen fantasmagórica, con solo el rostro y las manos tenuamente iluminadas y de color rojizo en medio de un entorno totalmente a oscuras.
“Hemos tenido un corte de luz tres minutos antes de la llamada. Por eso estoy completamente a oscuras”, dijo al empresario y moderador indonesio, Anindya Bakrie.
Cuando le preguntó por qué no había viajado a la isla, el nuevo propietario de Twitter bromeó que su “volumen de trabajo incrementó bastante recientemente” por la compra de la red social.
Después añadió poco más sobre esta controvertida operación, que provocó el despido de miles de trabajadores y la introducción de una tarifa para verificar las cuentas.
La conversación giró especialmente sobre la peculiar visión de futuro de Musk, con una red de túneles subterráneos para descongestionar el tráfico en la superficie, viajes por el mundo en cohete y vida alienígena.
“Puede que encontremos civilizaciones alienígenas o descubramos civilizaciones que existieron hace millones de años”, dijo.
El propietario de la marca de vehículos Tesla y la firma aeroespacial SpaceX defendió que la movilidad del futuro pasaba por el coche eléctrico y una red de túneles para descongestionar el tráfico.
También mostró interés en construir plataformas de lanzamiento de cohetes en todo el mundo para que la gente pueda viajar “a la otra punta del planeta” a veinte veces la velocidad del sonido.
“Creo que esto realmente abriría el mundo, si pudieras viajar a cualquier parte en menos de una hora”, afirmó el empresario.