En los últimos 2 años, varias marcas de champús han sido retiradas del mercado estadounidense a raíz de que se detectaron altos niveles de este químico.
El pasado mes de octubre, Valisure, un laboratorio independiente de Estados Unidos, analizó 148 lotes de champús secos de 34 marcas diferentes y encontró que el 70% de estos productos contenían altos niveles de benceno, un químico que se ha vinculado al cáncer durante años.
El estudio causó tanta alerta que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) tuvo que pronunciarse y, seguidamente, la empresa Unilever debió retirar del mercado varios lotes de sus productos de belleza.
Según The Washington Post, este problema no es reciente en el país norteamericano. En los últimos 18 meses, varias de las principales empresas de productos de higiene personal —entre ellas Unilever, Johnson & Johnson y Protecter & Gamble— también retiraron sus productos por la misma razón.
Entre los lotes de champús secos que han sido retirados del mercado estadounidense están aquellos de las marcas Dove, Nexxus, Suave, TRESemmé y Bed Head. El problema también se ha extendido a otros productos en aerosol, como desodorantes (Old Spice, Suave, Sure, Brut y Secret) y protectores solares (Banana Boat, Aveeno, Neutrogena y Coppertone).
Un hecho similar también sucedió en Perú en diciembre de 2021, cuando Protecter & Gamble retiró el champú Pantene-ProV.
Pero ¿qué es este químico y por qué su presencia desata alerta en la salud pública?
¿Qué es el benceno y por qué es peligroso?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el benceno es un químico líquido incoloro que se encuentra principalmente en el petróleo crudo. En la industria comercial, se utiliza para fabricar plásticos, detergentes, tintes y pesticidas.
La exposición de benceno al ser humano, que puede darse por inhalación, vía oral o contacto con la piel, se ha estudiado a lo largo de los años y se sabe que se relaciona con un mayor riesgo de cáncer como leucemia u otros trastornos sanguíneos. Asimismo, disminuye la cantidad de glóbulos rojos producidos por la médula ósea, lo que provoca anemia.
Si bien todos los seres humanos estamos expuestos al benceno en el aire (por ejemplo, cuando respiramos humo de cigarrillo entramos en contacto con la gasolina), la cuestión más importante es a qué cantidad de este producto químico nos exponemos y por cuánto tiempo.
En el análisis del laboratorio de Valisure, por ejemplo, se detectó que el nivel más alto de benceno fue de 340 partes por millón en solo 10 segundos de rociado, cuando, según la FDA, el nivel aceptable debería ser de dos partes por millón para ese mismo intervalo.
¿Por qué se ha encontrado benceno en aerosoles?
Según expertos consultados por The Washington Post, las fuentes del benceno serían los propulsores de las latas que funcionan con butano, que es lo que finalmente nos permite rociar el producto en una fina niebla.
El butano es un propulsor a base de petróleo, y si no se refina bien, existe la posibilidad de que el producto final contenga trazas de benceno, sostuvo para el medio norteamericano Chris Cappa, profesor de Ingeniería ambiental en la Universidad de California en Davis.
Este origen del químico contaminante también ha sido confirmado por Unilever, cuando anunció que retiraba sus productos de las estanterías.
Para saber si un aerosol, sea champú o desodorante, contiene un propulsor alimentado por butano, se recomienda revisar la etiqueta del producto. Los productos químicos utilizados en el propulsor aparecen en el cuadro de ingredientes o ingredientes inactivos.
Fuente: LA REPÚBLICA