¿Cómo funciona la terapia?
Desarrollada desde la década pasada en distintos laboratorios, la estimulación eléctrica consiste en tratar de activar la médula espinal con impulsos eléctricos emitidos por un neurotransmisor implantado quirúrgicamente, que consta de 16 electrodos.
De esa manera, el dispositivo busca simular las órdenes del cerebro y restablecer la comunicación que dicho órgano tiene con las células nerviosas de la médula y que fue dañada por la lesión.
Esta técnica se realiza paralelamente a un proceso de neurorrehabilitación, que involucra un sistema de apoyo robótico, el cual sirve de andador para los pacientes.
Si bien esta técnica se empezó a utilizar en la década de los 60 para tratar el dolor crónico, cuenta Dyani Lewis en un artículo de Nature, fue recién a inicios del siglo XXI que comenzó a investigarse su potencial para tratar lesiones parciales en la columna.
Ahora, con más de una decena de casos exitosos en la última década, la práctica también se está extendiendo para pacientes con parálisis severas. Asimismo, los autores del estudio de Nature han descubierto finalmente por qué la técnica funciona tan bien.
El mecanismo subyacente
Los líderes de la investigación, Grégoire Courtine y Jocelyn Bloch, neurocientíficos del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Lausana (EPFL), acaban de identificar células previamente desconocidas, ubicadas entre las láminas intermedias de la parte lumbar de la médula, cuya actividad se intensifica durante una lesión y son claves para una recuperación exitosa.
Cuando se eliminaron estas neuronas en una población de ratones parapléjicos, se observó que los animales no podían recuperarse. Asimismo, contrariamente a lo que dicta la intuición, en los individuos sanos estas células nerviosas no parecen ser necesarias para caminar.
En ese sentido, la disminución general de la actividad neuronal en dicho sitio durante la rehabilitación refleja un proceso de aprendizaje. “Cuando lo piensas, no debería sorprenderte, porque en el cerebro, cuando aprendes una tarea, eso es exactamente lo que ves: cada vez hay menos neuronas activadas”, dijo Courtine.
Con el tiempo, esta nueva comprensión podría generar más opciones de tratamiento y brindar una mejor calidad de vida a las personas con todo tipo de lesiones de la médula espinal.
En una entrevista con el diario El Mundo, Juan de los Reyes Aguilar, investigador del Grupo de Neurofisiología Experimental y Circuitos Neuronales del Hospital Nacional Parapléjicos de Toledo, dijo al respecto: “La diferencia entre los pacientes que recuperan la función de manera autónoma y los que solo pueden caminar cuando reciben la estimulación epidural indica la importancia de que se preserven conexiones residuales con estructuras cerebrales y entradas sensoriales para una rehabilitación funcional óptima”.
Asimismo, demuestra “la necesidad de implementar o combinar otras terapias que optimicen los resultados en personas con lesión medular completa”, sostuvo.
Fuente: LA REPUBLICA