Mientras dormimos, estos diminutos ácaros emergen de nuestros poros para encontrar pareja y aparearse.
Los ácaros de la especie Demodex folliculorum están presentes en más del 90% de los seres humanos. Su hábitat es nuestra cara, de donde emergen cada noche para buscar pareja y tener sexo.
Con 0,3 milímetros de largo, estos arácnidos consiguen alojarse en el fondo de nuestros poros, unas zonas llamadas folículos pilosos. Allí, las hembras pueden dejar hasta 25 huevos tras el apareamiento.
Se alimentan de nuestras secreciones y piel muerta desde nuestro nacimiento, ya que se transmiten durante la lactancia.
En esta nota te presentamos las imágenes microscópicas más detalladas que revelan cómo son realmente estos ectoparásitos.
Más datos sobre el ácaro Demodex folliculorum
Según los expertos, no importa cuánto te laves o frotes el rostro, pues viven muy profundo en la piel como para no librarte de ellos fácilmente. Y aunque pueda perturbarte la idea de que están allí siempre, en la mayoría de los humanos son inofensivos. No obstante, se han reportado raros casos de enfermedad cutánea debido a mutaciones específicas desarrolladas por estos organismos.
Perotti es coautora de un estudio que ha detectado indicios de que los Demodex folliculorum se han adaptado a los humanos de tal manera que están perdiendo sus propios genes.
En concreto, podrían volverse tan dependientes que quizá no puedan salir de nuestros poros y encontrar una nueva pareja con la que aparearse.
Fuente: La República