Cuando Gayle Macdonald alcanzó una cumbre en la cordillera de Sierra Nevada en España a principios de este año, no solo se detuvo para disfrutar del momento.
Esta mujer de 45 años hizo también lo que muchas personas harían: buscó el mejor lugar para tomarse una selfie para sus cuentas de redes sociales. Gayle incluso admite que se acercó peligrosamente al borde mientras lo hacía.
Fue después de ese momento, por el cual fue reprendida por su esposo, que decidió dejar las redes sociales.
“Pensé, ‘esto tiene que terminar'”, recuerda Gayle, una expatriada británica que vive cerca de la ciudad española de Granada. “Tomar una foto fue lo primero que pensé cuando salí del auto”.
“Pensar todo el tiempo en crear contenido y preocuparme por qué decir ocupaba demasiado espacio mental y me deprimía“.
Una semana después, publicó en Facebook e Instagram que dejaría las plataformas. “Fue increíble cómo fue mi publicación con más me gusta en Instagram. Todos comentaban ‘Ojalá pudiera hacer eso’ y ‘eres tan valiente'”.
Como dejar el alcohol
Gayle, quien trabaja como life coach (mentora personal), especializada en ayudar a personas a dejar de beber, descubrió que pasaba alrededor de 11 horas a la semana, en promedio, en las redes sociales.
Ella dice que la idea de dejar las aplicaciones le resultó mucho más aterradora que, de hecho, dejarlas.
“Una vez que pasó la abstinencia inicial, ya no tuve deseos”, dice. “Fue bastante liberador. Ahora tengo más de seis meses de sobriedad en las redes sociales y he recuperado algo de esa sensación de libertad y paz que experimenté cuando dejé el alcohol”.
Adicción
Muchos de nosotros dedicamos una gran parte de nuestro tiempo a las redes sociales. Un estudio global en julio estimó que la persona promedio pasa dos horas y 29 minutos por día en este tipo de aplicaciones y sitios web. Eso es cinco minutos más que un año antes.
Mientras que algunas personas pueden pensar que este es un mal hábito que deberían eliminar, para otras es una adicción real que necesitan ayuda para superar.
UK Addiction Treatment (UKAT), una organización que dirige centros en Reino Unido para tratar la adicción a las redes sociales, dice que ha visto un aumento del 5% en el número de personas que buscan ayuda para el problema en los últimos tres años.
“Sin duda, la sociedad ha desarrollado una fuerte dependencia de las redes sociales e internet en general desde la pandemia”, explica Nuno Albuquerque, consejero de UKAT.
Una mayor conciencia de estas preocupaciones ha llevado a que más personas como Gayle abandonen las redes sociales, o al menos pasen menos tiempo en ellas. Y los proveedores se están dando cuenta.
A principios de este año, el propietario de Facebook, Meta, informó que su número de usuarios activos diarios había disminuido por primera vez en su historia. Mientras tanto, un informe interno de Twitter filtrado el mes pasado decía que sus usuarios anteriormente más activos ahora tuiteaban menos. Twitter no negó la exactitud de la filtración.
Incluso el nuevo propietario de Twitter, el empresario multimillonario Elon Musk, especuló a principios de este año: “¿Twitter se está muriendo?” Y en los últimos días, su toma de control ha resultado en que algunas celebridades de Hollywood digan que abandonarán la plataforma, descontentas con las opiniones de Musk sobre la libertad de expresión y los planes para el servicio.
Libros, no redes
Pero volviendo al mundo real, ¿cuáles son las otras razones por las que las personas abandonan las redes sociales?
La emprendedora Urvashi Agarwal dejó Instagram anteriormente en 2014, pero eso solo duró alrededor de un año. En agosto de este año borró su cuenta personal por segunda vez y está convencida de que esta vez no habrá vuelta atrás.
“Definitivamente se he terminado para mí”, dice la fundadora de la marca británica de bolsitas de té JP’s Originals, que vive en Londres.
“Cien por ciento. No solo es perder mucho tiempo, sino que parece que hay cada vez menos privacidad en el mundo. Todo lo que haces está constantemente ahí fuera”.
Urvashi ya no usa Twitter ni Facebook, y lo encuentra liberador. “Me encanta. Ahora leo 15 páginas de un libro todas las noches”.
Conciencia del tiempo perdido
Hilda Burke, psicoterapeuta y autora de “The Phone Addiction Workbook” (Libro de trabajo sobre la adicción al celular), dice que ahora hay una conciencia más generalizada sobre cuánto tiempo “desperdicia” la gente en las plataformas de redes sociales.
“Esto ahora es fácilmente cuantificable, ya que la mayoría de los teléfonos te muestran el desglose de cómo pasas tu tiempo en línea”, dice.
“Ver cómo se suma todo puede servir como una poderosa llamada de atención. Muchos de mis clientes han expresado una correlación entre el uso intensivo de las redes sociales y la falta de sueño y el aumento de la ansiedad”.
Ella aconseja que las personas que abandonan las redes sociales deben informar a todos sus amigos, para que no sigan tratando de contactarlos a través de los sitios. “Ofrece otras formas de ponerse en contacto… tal vez una llamada telefónica a la antigua podría ser mejor para la relación en ausencia de los mensajes directos”.
Kashmir, quien se negó a dar su apellido, es una ejecutiva de relaciones públicas de 27 años de Rochester, Kent, Reino Unido. Dejó Instagram hace 10 meses, y anteriormente también se alejó de Snapchat.
“El principal impulsor fue mi salud mental“, dice. “Hay mucha presión para estar a la altura de lo que hacen otras personas, lo cual no es realmente representativo o la realidad de esa persona”.
“Por la noche me quedaba mirando el teléfono y luego dormía mal, y me despertaba sin sentirme renovada. Ahora no estoy haciendo comparaciones en mi vida cotidiana, y realmente no sé qué están haciendo las celebridades”.
“(El haber dejado las redes) me permite estar más presente, firme y comprometida con las decisiones que tomo en lugar de dejarme influenciar”.
Kashmir agrega que no estar en Instagram y Snapchat no afecta su trabajo de relaciones públicas, y que todavía usa LinkedIn si alguna vez busca un nuevo trabajo.
“La vida es más que las redes”
Nuno Albuquerque, de UKAT, dice que las redes sociales pueden ser adictivas por muchas razones, la principal es que es una forma de escapismo, especialmente para la generación más joven.
“Es simplemente una forma de conectarse sin conexión, y para muchos es es algo que te da seguridad las 24 horas del día, 7 días a la semana Pero la adicción se alimenta del aislamiento, y si alguien pasa más tiempo viviendo en línea que en el momento, naturalmente se aislará y esto puede volverse una adicción”.
Él ve con buenos ojos el hecho de que más personas estén abandonando las redes sociales. “Es probable que eventualmente comencemos a darnos cuenta del daño que puede causar en nuestras relaciones, salud mental y nuestra experiencia de los momentos del mundo real”.
Entretanto en España, Gayle Macdonald dice que es más feliz sin las redes sociales. “Es tan liberador sentarse y tomar una taza de té sin preocuparse por la imagen, el pie de foto y si debe ser o no una historia, un reel o una publicación. Realmente la vida es más que eso”.
Fuente: BBC