Los yacimientos de litio más grandes del mundo se encuentran en el triángulo fronterizo entre Bolivia, Chile y Argentina. Es la materia prima para las baterías, pero su minería destruye el frágil ecosistema.
Tesoro blanco bajo un cielo azul
Los tonos verde azulado de las gigantescas piscinas de extracción de litio contrastan con el blanco interminable de las salineras en el desierto de Atacama, en Chile. El litio es un componente fundamental de las baterías, por ejemplo, en teléfonos o computadoras portátiles. En ningún otro lugar del mundo hay mayores yacimientos de esta materia prima que en los salares de América del Sur.
Sal para la transición energética
Una excavadora carga sales con litio en un camión en Salinas Grandes, en la provincia argentina de Jujuy. El litio es la materia prima por excelencia para la transición energética: se necesita especialmente para las baterías de los coches eléctricos. Y a medida que la comunidad mundial busca alternativas a los combustibles fósiles, la demanda del “oro blanco” se ha incrementado drásticamente.
Espectáculo natural de sal
El agua salada rica en metales se bombea desde lagos subterráneos a la superficie donde se evapora, como aquí en una cuenca en el desierto de Atacama en Chile. Lo que queda es salmuera, que se procesa en varias etapas. El litio final se exporta principalmente a China. La materia prima se procesa actualmente casi de forma exclusiva en la República Popular.
Primero evaporar, luego vender
Las cuencas de evaporación en las Salinas Grandes de Argentina están alineadas como collares de perlas. El litio extraído de esta manera es una mina de oro financiera: el precio promedio global pasó de 5.700 dólares estadounidenses por tonelada en noviembre de 2020 a 60.500 dólares en septiembre de este año.
Pajarillo solitario
Las comunidades del triángulo del litio de Sudamérica esperan beneficiarse del auge de este recurso. Pero hasta ahora, la mayoría de los residentes continúan viviendo en la pobreza. Sin embargo, los problemas ambientales van en aumento: la minería contamina las aguas subterráneas y produce un fino polvo tóxico. Este pequeño zorzal colorado en las salinas de Uyuni, en Bolivia, parece estar bien.
Cactus a pesar del duro clima
Se necesitan millones de litros de agua todos los días para extraer el litio. Los desiertos de sal de Argentina están ubicados en la alta montaña, a casi 4.000 metros de altura. El aire tiene poco oxígeno y es habitualmente fresco y seco. Los cactus de un metro de altura se encuentran entre las pocas plantas que pueden soportar la escasez de agua, el viento cortante y el clima inhóspito.
La extracción provoca escasez de agua
Primer plano de una poza de evaporación realizada por la empresa chilena Sociedad Química Minera (SQM) en el desierto de Atacama. Según sus propias declaraciones, SQM utilizará casi 40.000 litros de agua por hora para extraer litio. Ya en 2013 se constató que un tercio de los algarrobos de la zona minera habían muerto, probablemente por falta de agua.
“¡No al litio, sí a la vida!”
En algunas comunidades del “triángulo del litio”, entre Argentina, Bolivia y Chile, proliferan las protestas: estos visitantes de las Salinas Grandes de Argentina son recibidos con un cartel que dice “No al litio, sí al agua y a la vida en nuestros territorios”. La comunidad indígena local Kolla logró desalojar a dos empresas mineras de las marismas en 2019.
Paisaje lunar en los Andes
Puesto de control militar en el Salar de Uyuni, la salina más grande del mundo. El paisaje de casi 11.000 km² se caracteriza por la omnipresente sal, por sus formaciones rocosas y sus islas cubiertas de cactus. En 2008, el entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, nacionalizó la industria del litio y prometió convertir al país en referente mundial. Pero el gobierno en realidad invirtió poco.
Paladas de “oro blanco”
Un trabajador recoge materia prima para la extracción de litio en el Salar de Uyuni. Bolivia, Argentina y Chile planean aumentar el procesamiento y fabricar localmente las baterías, en lugar de exportar la materia prima. América Latina quiere lograr así un impulso económico basado en el ejemplo de China, a través de una producción industrial de alta calidad y capaz de competir internacionalmente.
Imán para el turismo
Eso no ayudaría mucho al medio ambiente. Los expertos reflexionan sobre cómo se puede extraer o reciclar el litio de una manera más respetuosa con la naturaleza. Porque así, los turistas como estos en Uyuni simplemente podrían seguir disfrutando de la belleza incomparable de los salares.
Fuente: DW