Las autoridades sanitarias de china han informado de 5.463 nuevos contagios de coronavirus, el peor dato diario en más de seis meses en un país que sigue aplicando con puño de hierro todo tipo de restricciones para contener la pandemia de COVID-19, incluidos confinamientos generalizados de la población.
El domingo, el gigante asiático sumó 5.436 casos adicionales, un 27 por ciento más que la jornada previa y la cifra más alta desde el 2 de mayo, cuando la megaurbe de Shanghái estaba inmersa en un largo confinamiento, según la agencia de noticias Blooomberg.
Los brotes actuales se reparten en distintas zonas y en la capital, Pekín, con 55 casos sólo el domingo, los estudiantes del barrio más poblado han pasado a dar clases de forma telemática. Se han cerrado escuelas en el distrito de Chaoyang, aunque no hay un comunicado oficial sino confirmaciones ‘de facto’ en redes sociales.
El reciente congreso del Partido Comunista Chino sirvió al régimen para enfatizar que no tiene intención alguna de derogar su política de ‘casos cero’, una anomalía en un mundo que ya desde hace meses trata de convivir en mayor o menor medida con el virus. El Ministerio de Sanidad insistió el sábado en que la posición sigue siendo “firme” en este sentido.
“Las prácticas anteriores han demostrado que nuestros planes de prevención y control y las medidas estratégicas son completamente correctas”, ha defendido un portavoz, Hu Xiang, que incluso ha argumentado que se trata de las decisiones “más económicas y efectivas”.
En Cantón, un núcleo clave desde el punto de vista industrial, se han notificado 1.953 positivos más y el barrio de Haizhu, epicentro del brote, está inmerso en un confinamiento que, en principio, se ha decretado para tres días.
Otro de los focos es Zhengzhou, capital de la provincia de Henán y sede de la mayor fábrica de iPhone del mundo. A esta zona, donde ya rigen estrictas medidas de aislamiento desde la semana pasada, corresponden 297 casos adicionales.
Fuente: Europa Press