A consecuencia de la pandemia del Covid-19 y el cambio climático a nivel nacional, los productores de ganado camélido bajaron su producción de carne en un 40% en los últimos dos años
La Asociación de Productores de Camélidos de los municipios de Yunchará y El Puente del departamento de Tarija y la Central Única de Comunidades Campesinas de Yunchará ingresaron en estado de emergencia, a consecuencia de la falta de agua y forraje para unas 15 mil cabezas de ganado camélido y también para el ganado menor como: ovejas, cerdos, cabras y ganado vacuno.
El ejecutivo de la central campesina de esa región, Pascual Díaz, señaló que, a consecuencia de las heladas, granizadas y la postergación de las lluvias, las llamas, alpacas, guanacos, vicuñas, cerdos, aves de corral, vacas, cabras, ovejas y corren el riesgo de mortandad en los próximos meses por la escasez de forraje y alimentos.
La prolongada sequía en el altiplano tarijeño provoca una escasez de agua en los manantiales, quebradas, ciénegas y riachuelos, situación que complica el crecimiento y mantención de los animales en los municipios de Yunchará y El Puente, por lo que exigen a las autoridades municipales y departamentales la intervención en esa región con la declaratoria de zonas de desastres, agregó Díaz.
Los productores de camélidos de la zona alta de Tarija esperan el apoyo de las autoridades departamentales y municipales para repuntar la cría de llamas. La falta de forraje y agua en algunas comunidades tanto del municipio de El Puente y Yunchará en los últimos cinco años causó la disminución de la población del ganado hasta un 40%, señaló el representante de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Basilio Ramos.
El municipio de Yunchará y El Puente, hasta la gestión 2020, lograron alcanzar una producción de llamas y alpacas por encima de las 18 mil cabezas, además, consiguieron un sitial en los primeros lugares a nivel nacional con ejemplares de alta calidad genética, posicionando así a los productores locales entre los más competitivos del país, sin embargo, después de la pandemia la producción del ganado apenas sobrepasa los 15 mil ejemplares.
Las familias campesinas de ambos municipios de la zona alta de Tarija aseguran que estas zonas en el sur del país son aptas para el crecimiento y repoblación del ganado camélido, sin embargo, por falta de apoyo de las instituciones públicas del Estado, la producción de la ganadería disminuyó en los últimos años por encima del 40%.
El alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Yunchará, Agustín Casasola, aseguró, que la situación de la sequía, escasez de forraje y alimentos, para los animales es un tema recurrente sin resolver para los ganaderos y los productores agrícolas, sin embargo, están trabajando de acuerdo a las posibilidades económicas en atender las emergencias por los desastres en esa región.
Los desastres naturales complican todos los años a los ganaderos de camélidos y a los productores de granos hortalizas y frutales de los tres pisos ecológicos en la segunda sección de la provincia Avilés, sin embargo, las autoridades están trabajando junto a las autoridades departamentales en la distribución de agua a través de carros cisternas para el consumo de la población y la ganadería, señaló el subgobernador de Yunchará, Nativo Villa.
Sumado a la escasez de agua y forraje para los animales del sector camélido, los campesinos reportaron pérdidas en la producción de haba, arveja, maíz, papá, hortalizas y frutales en las últimas semanas a consecuencia de las heladas, principalmente en la zona de Yunchará y la cuenca del río San Juan del Oro.
Producción de carne bajó un 40% por el Covid
Hasta el año 2020 los productores de camélidos llegaron a producir más de 15 mil toneladas de carne de llama, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De esa cantidad, Oruro aportó con 5.462 toneladas, Potosí 4.864 toneladas, La Paz 3,264 toneladas y Cochabamba 413 toneladas y el resto Tarija y Chuquisaca.
Sin embargo, esa producción bajo en los últimos dos años hasta un 40%, pese a que el producto durante los últimos años ha tenido una demanda creciente en los mercados nacionales por el Covid-19.
Fuente: EL PAÍS