Madrid (EFE).- Solo un 20 % de los casos de cáncer se producen por un motivo genético. En buena parte de los restantes, hay que buscar la causa en otros factores relacionados con el estilo de vida como el consumo de tabaco y alcohol o el tipo de alimentación: la obesidad está detrás de uno de cada cinco cánceres.
Estos datos los sostiene en una entrevista con EFE la doctora Marina Pollán, exdirectora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, quien asegura que alrededor del 20 % de las patologías aparecen por el exceso de peso, la inactividad física, el consumo de alcohol o una nutrición deficiente, lo que significa que podrían prevenirse.
Marina Pollán, que ha participado esta semana en un congreso sobre dieta y cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y La Caixa, asegura a EFE que la obesidad se relaciona con muchos tumores: cáncer de mama, de esófago, colorrectal, de endometrio…
La doctora Marina Pollán, exdirectora del Centro Nacional de Epidemología del Instituto de Salud Carlos III, durante la entrevista con la Agencia EFE. EFE/ Lourdes Velasco
Dieta mediterránea
«La obesidad influye en muchos tipos de tumores que son bastante frecuentes», expone la doctora, que alerta de que esa estimación aumentará en los próximos años porque la obesidad crece a su vez en el mundo. El índice de masa corporal medio es ahora mucho más alto que en los 90.
Los humanos «estamos programados para que nos guste comer» porque en el pasado pasamos largas temporadas sin hacerlo, así es que, para adoptar hábitos de vida saludables, no queda más remedio que hacer un «esfuerzo consciente» y renunciar a los estímulos. El objetivo es comer como lo hacían las generaciones anteriores: con menos carne, más verduras y frutas, menos grasas saturadas y más aceite de oliva.
La dieta mediterránea, con un gran consumo de fruta, verdura y legumbres y moderado de alimentos de origen animal, junto a la eliminación de alimentos precocinados y de comida rápida, es clave para la salud. EFE/Kai Försterling
Azúcares, grasas saturadas y carnes procesadas, a evitar
El alcohol sería el primer producto en tachar de la lista, o al menos habría que limitar su consumo. Se relaciona con todos los tumores del tracto digestivo, incluido el hígado, y con el cáncer de mama.
Hay evidencias de que las mujeres que siguen una dieta de tipo mediterráneo tienen menos riesgo de sufrir cáncer de mama.
Dice la investigadora que ella no se atreve a pedirle a nadie que elimine ningún alimento, pero al menos sí que reduzca el consumo de productos ultraprocesados y procesados y aquellos que tienen grasas saturadas. «La carne procesada, por ejemplo, ya sabemos que aumenta el riesgo del cáncer de colon», dice.
¿Y qué alimentos son esos? Por ejemplo las hamburguesas, las salchichas y los embutidos, incluido el jamón. «El jamón está menos procesado porque lo único que se hace es salarlo y conservarlo, pero no tenemos suficiente evidencia como para quitarlo de la lista». El mensaje es que se limite el consumo de embutidos y sobre todo que se coma más verdura y más fruta.
Propuestas para vencer a la tentación de comer mal
Marina Pollán cree que si la sociedad está bien informada demandará de manera natural productos más sanos, por eso cree que a las cadenas alimentarias se les debe pedir el esfuerzo de informar bien sobre cómo afecta a la salud los productos que venden.
Por eso pone en valor el sistema de etiquetado de Nutriscore, que permite comparar productos similares en términos nutricionales, y considera que habría que regular mejor qué tipo de alimentos pueden anunciarse y cuáles no.
Fuente EFE