El padre del bebé congeló sus espermatozoides en 1996, luego de que fuera diagnosticado con cáncer.
Gracias a dicha tecnología, este año, en Reino Unido, nació un bebé a partir del esperma de Peter Hickles (47 años), quien donó sus células reproductivas el 5 de junio de 1996, informó el pasado jueves el diario The Sun. Su esperma permaneció congelado en el University College Hospital de Londres
“Sigo mirándolo sacudiendo la cabeza con incredulidad. Realmente es un pequeño milagro”, dijo el padre del niño, llamado Kai, junto a su prometida Aurelija Aperaviciute, de 32 años. “No puedo creer que haya llegado ahora. Soy un padre tan afortunado”, señaló.
Kai nació por cesárea con un peso de 3,6 kilogramos. El tratamiento de inseminación artificial le costó a sus padres 30.000 libras esterlinas (aproximadamente 35.000 dólares).
Hickles donó su esperma luego de que le diagnosticaran un tumor en la espalda que resultó ser linfoma de Hodgkin, un cáncer del tejido linfático.
“Después de la quimioterapia me quedé sin conteo de espermatozoides, algo que experimentan muchos hombres que padecen cáncer”, contó Hickle ante el medio británico.
Asimismo, cuenta que cuando entregó su muestra le dijeron que su esperma tendría una vida útil de solo 10 años. No obstante, con los avances tecnológicos, dicha viabilidad pudo extenderse.
Este caso de inseminación artificial estuvo cerca de ser la brecha más larga entre la recolección de esperma y el nacimiento. Hasta ahora, dicho puesto lo ocupa una pareja en Estados Unidos que tuvo un bebé con una muestra de semen de 27 años.
Fuente: La República