Según el Kremlin, «bajo la supervisión de Vladimir Putin, se llevó a cabo el entrenamiento de las fuerzas de disuasión estratégica terrestres, marítimas y aéreas, durante el cual se realizaron lanzamientos de prueba de misiles balísticos y de crucero». Es decir, se dispararon misiles balísticos intercontinentales con capacidad nuclear desde el cosmódromo ruso Plesetsk y el submarino nuclear «Tula», respectivamente, mientras que dos bombarderos estratégicos TU-95MS lanzaron misiles de crucero desde el aire en el marco del entrenamiento anual «Grom» o «Trueno».
El Pentágono reveló que Rusia le había notificado de antemano su intención de realizar los ejercicios y Washington agregó que esto reducía el riesgo de error de cálculo en un momento de retórica nuclear rusa «imprudente».
Putin insinuó que podría emplear armas nucleares mientras las fuerzas rusas sufrían reveses en Ucrania. Según el líder ruso, que ve «muy alto» el riesgo de que estalle un conflicto, parte de la comunidad internacional se resiste a asumir que el mundo es ahora «multipolar» y utiliza todo tipo de métodos para evitar el ascenso de nuevos actores. Imponen, añadió el presidente ruso, «sanciones unilaterales contra quienes no están de acuerdo con sus políticas».
El mandatario ruso aprovechó también para ordenar el refuerzo de la seguridad en las infraestructuras energéticas de Rusia, así como en puntos clave para el transporte, en respuesta al ataque en el puente de Crimea y a un supuesto plan de sabotaje en la central nuclear de Kursk.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, subrayó hoy que «el comportamiento firme y predecible de la OTAN» y la «fuerza militar» ante la retórica rusa eran la mejor manera de evitar una escalada. Los ejercicios nucleares rusos fueron ya los segundos de este año. Los anteriores tuvieron lugar días antes de que Rusia invadiera Ucrania en una demostración deliberada de fuerza.
Según el medio de oposición ruso «Medusa», el efecto psicológico de las amenazas nucleares se encuentra en el centro de la doctrina militar del país, que omite deliberadamente la pregunta sobre cuándo y cómo exactamente puede emplear armas nucleares. El analista militar ucraniano Mykola Bielieskov subraya que los ejercicios y amenazas veladas de Rusia tienen como objetivo disuadir a los aliados de Ucrania de ayudarla. Sin embargo, predice que este intento fracasará.
Lo cierto es que en los últimos días, Moscú ha intensificado sus contactos diplomáticos. El ministro Shoigu habló hoy con sus homólogos de China e India sobre el supuesto riesgo.
Fuente: La Razón