La Autoridad Fiscal alerta del estancamiento ya este trimestre. Hunde el impacto de los fondos europeos al 0,8% del PIB este año
La ralentización de la economía española ya es un hecho. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) prevé que se estanque en el tercer trimestre, con un crecimiento “en torno a cero o algo positivo”, y que entre “en territorio negativo” en el cuarto trimestre. Así lo ha confirmado la directora de la división de Análisis Macroeconómico de la entidad, Esther Gordo, durante la presentación del informe de análisis de las líneas fundamentales de los Presupuestos, en el que ya se augura la contracción de la economía en el último trimestre del año y la entrada en recesión técnica en el primer trimestre de 2023 ante los síntomas negativos que se acumulan en todas las economías de la UE.
La AIReF considera que existen “riesgos a la baja en el crecimiento real previsto por el Gobierno” en los Presupuestos del próximo ejercicio que se están tramitando en el Congreso. En su nueva proyección, la propia la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha confirmado que la institución espera un “estancamiento” en el tercer trimestre del año, para entrar “en terreno negativo” tanto en el cuarto. Con estas perspectivas, para el primer trimestre de 2023 ya se plantea una tasa negativa de entre el 0,2% y el 0,3%, la misma que para el cuarto trimestre, en el que la economía entraría en territorio negativo, con una contracción estimada en el -0,2% o el -0,3%.+
Las razones aducidas por la AIRef para justificar este retroceso del crecimiento tendrían que ver tanto por la propia ralentización de la actividad en España como por el deterioro “muy intenso” del resto de países europeos, lo que puede llevar a “reevaluar” estas estimaciones, incluso a la baja por el deterioro de los mercados de exportación, los mayores precios de la energía -sobre todo del gas- y el aumento de los tipos de interés. Todo ello, junto con la revisión a la baja en el crecimiento esperado para la segunda mitad de 2022, justificarían su revisión a la baja del crecimiento real en 2022 hasta el 4,4% en 2022 -en línea con el Gobierno- y al 1,5% para 2023, -muy lejos de la previsión presentada en el proyecto presupuestario, del 2,1%-.
Asimismo, Gordo ha advertido de que “las tensiones inflacionistas se están propagando a todos los componentes del IPC”, ya que el 70% de las partidas del IPC ya registran repuntes de más del 4%. Para 2023, la AIReF espera una inflación del 3,9% y un crecimiento del deflactor del PIB del 4,3%, unas cifras marcadas por los “efectos base” sobre la energía y los alimentos, que restarán seis puntos al crecimiento del IPC, aunque avisa de que la verdadera presión inflacionaria llegará a través de la inflación subyacente, que se mantendrá en niveles similares al IPC, sobre el 4%. La razón tendrá que ver con el trasvase obligado de los incrementos de costes a los precios de toda la cadena -sobre los que aún no se habría repercutido del todo- y por el crecimiento de la remuneración de los asalariados, según los convenios vayan incorporando cláusulas de revisión salarial. La Autoridad fiscal recuerda que, de momento, los salarios apenas están reflejando estas tensiones inflacionistas, lo que se traduce en una “pérdida bastante intensa” del poder de compra de los hogares.
Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA