* El último fin de semana, una pareja recaudó 213 mil bolivianos al practicarse esta costumbre arraigada en la parte occidental de Bolivia
Potosí, Kollasuyo Digital
Decir: ¡Sí, quiero! Y luego de la ceremonia y la fiesta empezar una nueva vida junto al ser amado, con una gran cantidad de dinero, es algo con lo que una gran parte de las parejas sueñan…
Ese deseo se hizo realidad para Roselyn y Limber, un chuquisaqueño que vivía en el municipio de Icla, en la ribera del río Pilcomayo; mientras que su flamante esposa fue cortejada desde el otro lado de ese afluente, Poco Poco, que está en territorio potosino.
Ambos decidieron casarse en Sucre – la capital de Bolivia – e invitaron a sus familiares y amistades de las comunidades a las que pertenecen.
Hasta ahí, la Ciudad Blanca, llegaron, el pasado fin de semana, más de 400 invitados.
La fiesta matrimonial transcurría como muchas otras, con música, baile, bebidas y alegría; hasta que llegó la hora del acostumbrado T’ipacu, una tradición muy arraigada en la parte occidental de Bolivia.
Entonces, los invitados comenzaron a ejecutar el T’ipay – que en idioma quechua quiere decir: Prender con alfiler una prenda o billetes – y así lo hicieron…
Nadie quería quedarse atrás, por lo que el monto de menor valor colocado a la pareja era de 100 bolivianos.
Mientras que los padrinos de religioso colocaban un monto significativo, los de T’ipacu llegaron a poner Bs. 10.000
Al momento de recontar el dinero, llegó la sorpresa, habían recaudado 213 mil bolivianos…
T’IPACU DE ESPECIES
Pero esta tradición no sólo consiste en colocar dinero, en otras regiones se entrega a los flamantes esposos cosas materiales, como muebles, electrodomésticos y hasta vehículos…
Por ejemplo, en algunas regiones, las fiestas matrimoniales duran hasta cuatro días…
La primera jornada está dedicada a la unión civil y religiosa con su correspondiente festejo, que prosigue al día siguiente.
En tanto que el tercer día está dedicado al recuento de los regalos y el cuarto a la ch’alla de esos obsequios.
En muchas ocasiones se alquilan camiones para llevar todos los muebles, enseres y electrodomésticos recibidos.
Pero, también suelen entregarse alimentos y bebidas como un deseo de prosperidad y abundancia…
T’IPACU – AYNI
El ayni – palabra quechua que traducida al español significa: Ayuda mutua que se prestan las personas en el trabajo – también es parte de esta tradición del T’ipacu matrimonial.
Porque mucha gente lleva regalos o prende dinero en los novios, porque esperan un gesto similar cuando les toque casarse.
Estas costumbres están tan arraigadas en las comunidades rurales del occidente boliviano, que con los años se fueron imponiendo en otras regiones (el oriente boliviano o países como Argentina y Brasil) por ciudadanos bolivianos que migraron buscando días mejores.
Hace poco – cuenta un entrevistado por el periodista betanceño Jorge Peñaranda – mi compañero de escuela Lucio Mendoza se casó y uno de sus amigos llevó 500 cajas de cerveza…
Así, muchos dirán: Da gusto casarse, ¿no?…