Científicos japoneses hicieron que un varón estimulara a cinco mujeres hasta que expulsen este líquido conocido como ‘squirt’ para poder analizarlo.
Todas las participantes declararon haber experimentado antes el squirt, lo cual fue muy importante para el estudio, dado que muchas mujeres no lo consiguen.
Después de que todas las participantes expulsaron el chorro, los científicos entraron a la habitación para recolectar y analizar el líquido.
Asimismo, en cuatro de las muestras se detectó ciertos niveles de antígeno prostático específico (PSA), por lo que los investigadores concluyeron que parte del líquido provenía de las glándulas de Skene, ubicadas debajo de la uretra.
El squirt puede ocurrir con o sin orgasmo y no debe confundirse con la eyaculación femenina, que es un líquido espeso y blanquecino que se produce antes o durante el clímax y surge exclusivamente desde las glándulas de Skene.