Los ganaderos estiman que más 1.500 cabezas de ganado murieron por falta de agua y alimento. Piden ayuda a las autoridades.
Unitel
No llueve desde enero en la zona del Chaco del país y hace tres años que no se registran precipitaciones fuertes, relatan con pesadumbre los ganaderos.
Unitel realizó un recorrido por toda la llanura chaqueña de Bolivia y llegó cerca de la frontera con Paraguay.
Cadáveres esqueléticos y huesos de vacas se encuentran sobre el camino en la zona de Cañada Bolívar. Mientras que el ganado, que aún se encuentran con vida, lucha por sobrevivir con la poca agua que queda en pequeños charcos.
No llueve desde enero en la zona del Chaco del país y hace tres años que no se registran precipitaciones fuertes, relatan con pesadumbre los ganaderos.
Unitel realizó un recorrido por toda la llanura chaqueña de Bolivia y llegó cerca de la frontera con Paraguay.
Cadáveres esqueléticos y huesos de vacas se encuentran sobre el camino en la zona de Cañada Bolívar. Mientras que el ganado, que aún se encuentran con vida, lucha por sobrevivir con la poca agua que queda en pequeños charcos.
La sequía golpea con fuerza en la zona del Chaco. Estiman que más de 1.500 cabezas de ganado murieron por la falta de agua y de forraje. Además, 900 hectáreas de maíz y hortalizas se perdieron debido a la sequía.
Los ganaderos piden ayuda a autoridades nacionales, departamentales y municipales para hacer pozos y mitigar el impacto de la sequía.