* El libro generó gran controversia en el mundo, especialmente árabe, al final de la década del 80 en el siglo pasado
Deutsche Welle
Cuando la cuarta novela de Salman Rushdie, “Los versos satánicos”, se publicó en primera edición en inglés, el 26 de septiembre de 1988, el escritor aún no podía prever que este libro cambiaría su vida fundamentalmente.
“Los versos satánicos” se publicó por primera vez en Gran Bretaña, luego en Estados Unidos, Italia y Francia. Algunos musulmanes se sintieron ofendidos y comenzaron a protestar contra la novela y su autor. Sudáfrica, India y Pakistán detuvieron la importación del libro, se formaron manifestaciones violentas con víctimas mortales. En Londres, donde el autor vivía en aquel momento, también se produjeron protestas, se provocaron incendios, y las librerías que vendían la novela recibieron amenazas.
La historia de Rushdie trata de dos actores indios que sobreviven a un accidente de avión. Uno se convierte en arcángel; el otro adquiere características del diablo. El título de la novela hace referencia a dos versos que, según se dice, fueron susurrados al profeta Mahoma por Satán mismo y, por tanto, fueron borrados del Corán.
Casi seis meses después de la publicación de la novela, el ayatolá iraní Jomeiní pronunció un dictamen jurídico islámico, una fatwa, haciendo un llamado a todos los musulmanes a matar al escritor británico-indio por supuesta blasfemia. Rushdie pasó inmediatamente a la clandestinidad y vivió escondido y bajo custodia personal durante nueve años.
¿Libertad artística a pesar del peligro de muerte?
Jomeiní dirigió el llamamiento a asesinar, no solo a Rushdie, sino a todos los implicados en la publicación de la novela. Unos meses antes, Reinhold Neven DuMont, entonces director de la famosa editorial alemana Kiepenheuer & Witsch, había adquirido los derechos del libro para el mercado germano. Más tarde describió como su mayor error no haber leído el manuscrito completo en su momento, no por el peligro inminente en sí, sino porque así no pudo verlo venir. La traductora encargada interrumpió su trabajo, y Kiepenheuer & Witsch decidió suspender la publicación del libro.
Los atentados se cobran decenas de víctimas
La decisión de la editorial recibió fuertes críticas, aunque las preocupaciones de Neven DuMont tenían justificación: en julio de 1991, el traductor italiano Ettore Capriolo sobrevivió gravemente herido un ataque de cuchillo en Milán. Pocos días después, Hitoshi Igarashi, traductor japonés y erudito islámico, fue apuñalado por uno o varios desconocidos frente a su despacho en la Universidad de Tsukuba, y falleció. Jamshid Khasani, que había traducido “Los versos satánicos” al farsi, en 1992 tuvo que huir de Teherán a Israel, donde vive bajo una nueva identidad. Muchos años después, el 12 de agosto de 2022, el propio Rushdie sobrevivió a un intento de asesinato, gravemente herido.
Fundar una editorial para un solo libro
Volvamos a 1989: para poder publicar “Los versos satánicos” en alemán sin que la editorial quedara en el punto de mira como único objetivo de posibles ataques de represalia, nació el plan de fundar una nueva editorial. La editorial Artículo 19, cuyo nombre hace referencia a la libertad de expresión en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tenía como único fin publicar la novela de Rushdie. El colectivo donó los beneficios resultantes de las ediciones publicadas por la editorial Artículo 19 a la asociación alemana de escritores PEN, en beneficio de autores perseguidos. El 17 de octubre de 1989, “Los versos satánicos” llegó al mercado en lengua alemana. Hasta la fecha, no se sabe públicamente quién tradujo la novela al alemán.