* El mandatario boliviano pidió construir un mundo con justicia social
Nueva York, ABI
En la sesión de la Asamblea de Naciones Unidas (ONU), el presidente Luis Arce lanzó este martes 14 desafíos a la comunidad internacional para enfrentar la crisis multidimensional del capitalismo y avanzar en la construcción de un “mundo con más justicia social” y una diplomacia de los pueblos.
“Hoy nos encontramos frente a una crisis capitalista múltiple y sistemática que pone cada vez más en riesgo la vida de la humanidad y del planeta”, advirtió, ni bien empezó su discurso, y aseguró que este modelo en crisis “reproduce la dominación, explotación y exclusión de las grandes mayorías”.
Entre los 14 desafíos están la declaratoria de zona de paz al mundo, la universalización de la salud gratuita, soberanía global alimentaria, reconstrucción de las capacidades económicas de los países de la periferia, industrialización del litio como pilar de la transformación tecnológica, nacionalización y la regionalización de la lucha contra el narcotráfico, respaldo a países sin litoral, rechazo a sanciones unilaterales, declarar el decenio de la despatriarcalización y plena vigencia de la Carta de NNUU.
Arce llegó la noche del lunes a Nueva York, sede del organismo internacional. Antes de su intervención en el foro cumplió una amplia agenda que estuvo centrada en reuniones bilaterales. Su discurso tuvo un tono de reflexión y en varios de los desafíos planteados están de fondo las políticas y experiencias bolivianas.
El desafío lanzado a la ONU para declarar al mundo como “zona de paz” (1) busca que se haga mayores esfuerzos para lograr un “alto al fuego” entre Rusia y Ucrania, respeto a los derechos del Estado y pueblo palestino y “para que la OTAN deje de lado sus planes expansionistas”. En esta línea reivindicó la necesaria vigencia del multilateralismo.
“El multilateralismo es el único mecanismo que representa una garantía de respeto entre los Estados, independientemente de su poder económico o militar”, aseguró y demandó a los países en carrera armamentista sustituir la fabricación de armas de destrucción masiva por “una justa compensación a los pobres del mundo” (2).
A partir de la experiencia boliviana, propuso crear sistemas universales de salud, financiado por el Estado, para quienes no cuentan con recursos económicos o protección de la seguridad social (3) y encaminar un programa de soberanía alimentaria en armonía con la Madre Tierra (4), como desarrolla Bolivia apoyando al sector productivo, para enfrentar la crisis alimentaria.
También planteó destinar apoyo a los países de la periferia para “reconstruir las capacidades productivas y económicas (5), sobre todo en momentos de una expansión sostenida de la inflación. “Es vital la reestructuración de la arquitectura financiera mundial para el alivio de la deuda externa a nivel global” con fines de poner en marcha, aseguró, políticas sociales.
Sobre la crisis climática (6), perfiló que éste desafío requiere de responsabilidad, solidaridad, armonía entre los seres humanos y la naturaleza, no usura; mientras que en el frente de lucha contra el narcotráfico reivindicó la “nacionalización y regionalización” (7), como lo encara Bolivia, y cuestionó a Estados Unidos por su unilateral evaluación y descertificación.
El litio (8) fue otro de los temas planteados, teniendo en cuenta que es central en el proceso de transformación tecnológica en el mundo. Bolivia tiene una de las mayores reservas. Arce aprovechó la ocasión para reivindicar en el foro internacional la soberanía sobre este recurso, su industrialización y aprovechamiento para el desarrollo económico y social.
“Rechazamos todo tipo de injerencia y afanes de desestabilización de la democracia con el afán del control el litio”, afirmó y denunció que Estados Unidos tiene “en la mira” el control de este recurso, por lo que llamó a NNUU a “tomar medidas contra todos aquellos países que no respetan la soberanía y la no injerencia, y que enfrentan a los pueblos por el control de los recursos naturales”.
Llamó a fortalecer los mecanismos internacionales para un trato preferencial a los países sin litoral (9), aunque recordó que Bolivia nació con costa en el Pacífico y abogó que, “más temprano que tarde el dialogo y la diplomacia puedan triunfar para reparar las injusticias de una guerra impulsada por intereses capitalistas y construir así un mejor futuro entre pueblos hermanos”.
Arce propuso “ampliar nuestra visión restringida de derechos humanos y democracia” (10), la solidaridad intergeneracional enfocado en los adultos mayores (11), la declaración del Decenio de la Despatriarcalización para luchar contra toda forma de violencia hacia las mujeres y niñas (12), rechazar las sanciones unilaterales; y garantizar la plena vigencia de la Carta de la ONU y el principio del multilateralismo.
“Debemos superar el orden capitalista que nos metió a una carrera vertiginosa, peligrosa e ilimitada de consumismo, poniendo en riesgo la humanidad y el planeta. Más bien construyamos un mundo más justo, inclusivo y equitativo bajo los principios del Vivir Bien y la Diplomacia de los Pueblos”, abogó.
No dejó de insistir en el multilateralismo en momentos de polarización, porque “nos permitirá restablecer la vigencia del derecho internacional y la preservación de la paz con justicia social, así como reconfigurar el frágil orden internacional para volverlo plural y sólido”.