El natto es un tradicional desayuno que se sirve en el norte de Japón, aderezado con mostaza, puerro picado y shoyu (‘salsa de soja’) y acompañando un arroz blanco. Al tener un olor similar al amoníaco y una consistencia parecida al moco, cuenta con amantes y detractores a partes iguales.
Considerado un ‘superalimento’, se elabora a partir de habas de soja ablandadas, hervidas o cocidas al vapor y fermentadas con una bacteria llamada ‘Bacillus subtilis var. natto’, que se encuentra en la tierra, las plantas, los animales y el estómago y los intestinos humanos. Y la mayor parte del natto que se consume en Japón procede de la cepa ‘Miyagino’.
Se trata de un alimento rico en vitamina K2, y se ha mostrado prometedor para mitigar las enfermedades cardiovasculares, al mejorar la flexibilidad arterial y modular las respuestas inflamatorias. Sin embargo, la razón por la que el natto suprime la arteriosclerosis sigue siendo una incógnita.
La aterosclerosis es una enfermedad crónica caracterizada por la acumulación de lípidos y células inflamatorias en las paredes de los vasos sanguíneos, y causa enfermedades cardiovasculares, como cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
En este estudio se emplearon tres variedades de natto diferenciadas por su contenido en vitamina K2: natto con alto contenido en vitamina K2, natto normal y natto con bajo contenido en vitamina K2.
El equipo de investigadores evaluó sistemáticamente el efecto del natto sobre la aterosclerosis en un modelo de ratón a lo largo del tiempo. Los resultados revelaron una reducción significativa de las lesiones ateroscleróticas en todos los grupos de consumo de natto.
Además, la ingesta de natto alteró la composición de la microflora intestinal, regulando la producción de citocinas y quimiocinas asociadas a la arteriosclerosis. Esto sugiere que la incorporación de natto a la dieta puede tener un efecto terapéutico sobre la arteriosclerosis.
Además, el estudio descubrió que añadir natto de ‘Bacillus subtilis’ a los macrófagos, un tipo celular implicado en la promoción de la arteriosclerosis, disminuía las citocinas y quimiocinas proinflamatorias.
El efecto fue especialmente significativo en el grupo de consumo de natto con alto contenido en vitamina K2. Además, tanto el natto normal como el bajo en vitamina K2, aumentaron la producción de la citocina antiinflamatoria IL-10.
Estos resultados indican que el ‘Bacillus subtilis’ natto, aparte de su función como bacteria intestinal, puede inhibir la aterosclerosis, al alterar la microflora intestinal y suprimir la activación de las células inmunitarias.
Hace unos meses, una investigación realizada por la Universidad Metropolitana de Osaka (Japón), publicada en la revista científica ‘Journal of Applied Microbiology’, también relacionó el alimento con menor estrés y una vida más larga.
Fuente: EUROPA PRESS