- La situación en Bolivia se agrava con el avance de los bloqueos en múltiples regiones del país.
Potosí, Kollasuyo Digital
En el departamento de Potosí, las rutas hacia Villazón, Sucre, Oruro y Uyuni permanecen cerradas por organizaciones del transporte, campesinos que exigen soluciones urgentes a la crisis económica, la escasez de combustibles y el alza del costo de vida.
En Uyuni, el transporte afiliado a la Federación de Chóferes 1º de Mayo bloquea calles y accesos, mientras que campesinos del Ayllu Tacora cortan la ruta Uyuni–Potosí. En la ciudad de Potosí, el transporte urbano y el sector gremial protagonizan bloqueos y marchas, y COMCIPO lideró una marcha de cacerolas vacías en señal de protesta.
Reclamos por la crisis y respuesta desigual del Gobierno
Los manifestantes denuncian que el país atraviesa una de sus peores crisis económicas en décadas. La inflación, la escasez de alimentos, la falta de dólares y la imposibilidad de acceder a gasolina y diésel han generado un colapso en el transporte y el comercio. Según datos del transporte pesado, más de 3.000 camiones están varados en distintos puntos del país, afectando la cadena de suministro y la economía nacional.
En respuesta, el Gobierno ha desplegado operativos policiales en algunos departamentos como Cochabamba, donde se han realizado intervenciones para desbloquear rutas estratégicas. Sin embargo, en Potosí, la Policía se ha replegado, lo que ha generado críticas por la falta de acción y por el riesgo de enfrentamientos, como los registrados en Llallagua, donde se reportan más de 50 heridos tras choques entre pobladores y bloqueadores.
Impacto nacional y advertencias de nuevos conflictos
El presidente Luis Arce ha declarado que se implementará un plan para “desbloquear gradualmente el país”, aunque responsabilizó a sectores afines a Evo Morales por lo que calificó como “bloqueos criminales”. Mientras tanto, los sectores movilizados aseguran que no levantarán las medidas hasta que se atiendan sus demandas.
La situación ha generado pérdidas millonarias. Según el Ministerio de Economía, cada día de bloqueo representa entre 150 y 200 millones de dólares en pérdidas para el país.