Rudy Giuliani, uno de los héroes del 11-S, se declara en bancarrota
Azote de la corrupción, héroe en el 11-S, “hombre del año” para la revista Time y gran esperanza para el Partido Republicano de Estados Unidos. Todo eso ha sido Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, ex abogado de Donald Trump y, desde este jueves, un hombre arruinado.
Giuliani se ha declarado este jueves en bancarrota en un tribunal de Nueva York, después de ser condenado el pasado viernes pasado a pagar 148 millones de dólares a dos trabajadoras electorales de Georgia por difamarlas.
El ex alcalde neoyorquino fue abogado personal del expresidente estadounidense Donald Trump durante cuatro años, y declaró unos activos estimados entre uno y diez millones de dólares, mientras que sus deudas se estiman entre los 100 y los500 millones de dólares.
Uno de los héroes del 11-S
Rudolph Giuliani, “Rudy” para amigos y enemigos, ha sido una figura de primera línea en la vida pública estadounidense durante décadas. Empezó a destacar como fiscal federal en Nueva York en la década de 1980, cuando se hizo famoso como azote de la corrupción en Wall Street y el crimen organizado que amenazaba con campar a sus anchas por la Gran Manzana. Su política de mano dura dio resultado y le disparó hacia la alcaldía de la ciudad de Nueva York en 1994.
Desde tan privilegiado balcón le tocó vivir el momento más duro para la ciudad, el atentado de las Torres Gemelas, y su oportunismo y liderazgo le otorgaron un estatus de héroe nacional. Su foto sobre los escombros de la torre caída es ya historia de Estados Unidos.
Su estrella comenzó sin embargo a oscurecerse a partir de entonces, cuando fracasó en su intento de dar el salto a la política nacional y, sobre todo, cuando aceptó ser el abogado personal del expresidente Donald Trump. El excéntrico presidente de Estados Unidos le arrastró a una serie de polémicas, incluyendo su participación en la búsqueda de información que involucraran a Ucrania y a Joe Biden.
La caída libre termina ahora de la forma más triste: sin dinero, sin prestigio y sin futuro, Giuliani es uno de tantos héroes canibalizados por la política estadounidense.
Fuente: LA RAZÓN