El asteroide que causó el fin de los dinosaurios hace 66 millones de años a menudo es considerado el objeto más destructor que ha impactado en la Tierra. Sin embargo, un enorme cráter en Sudáfrica revela que nuestro planeta sufrió una colisión con una roca dos veces más grande mucho antes, cuando los microorganismos eran las únicas formas vida.
El cráter Vredefort, como se le conoce a esta cicatriz geológica al suroeste de Johannesburgo, ha sido por un misterio por mucho tiempo. Su diámetro actual es 159 km, más pequeño que los 180 km del cráter Chicxulub (Yucatán, México), dejado por el asteroide que mató a los dinosaurios. No obstante, el primero tiene más de 2.000 millones de años, por lo que se ha ido encogiendo a causa de la erosión del suelo.
Los recientes estudios han estimado su diámetro original entre 250 a 280 km. Y ahora, con base en esos datos, un equipo de científicos ha calculado que el objeto que dejó tan colosal cráter medía entre 20 y 25 km de ancho y podría haber impactado a una velocidad entre 72.000 y 90.000 km/h.
En el caso del asteroide de Chicxulub, se estima que tenía un diámetro de 10 km y una velocidad no mayor a 72.000 km/h.
Estas nuevas conclusiones, publicadas en Journal of Geophysical Research: Planets, confirman que el Vredefort es, por mucho, el cráter de impacto más grande de la Tierra.
Un cráter que se fue achicando
La erosión se caracteriza por desgastar la corteza terrestre a causa de distintos factores, tales como el viento, la lluvia o los seres vivos. En los cráteres de impacto, dicho proceso natural causa el derrumbe de sus bordes y los vuelve cada vez menos profundos.
Roger Gibson, de la Universidad de Witwatersrand, describe este proceso como cortar un recipiente por sus bordes. “Verá que el diámetro del recipiente disminuirá con cada rebanada que saque”, señaló.
Asimismo, la mayor parte del cráter ha sido cubierta por rocas más jóvenes que han surgido en los últimos 2.000 millones de años. En consecuencia, hoy se ven solo algunas secciones del borde del cráter.
Los estudios que lograron estimar su tamaño real se basaron en los minerales que lo rodean, como el cuarzo y el circón, que fueron producidos por el impacto. De ese modo, se determinó el radio completo de la explosión.
Consecuencias en la Tierra
Los autores del reciente trabajo sugieren que el impacto de Vredefort causó una catástrofe de grandes proporciones a nivel global, ya que el asteroide de Chicxulub, con la mitad de tamaño, generó extinciones, incendios generalizados, destrucción de la capa de ozono, entre otros efectos dañinos.
“A diferencia del impacto de Chicxulub, el impacto de Vredefort no dejó un registro de extinción masiva o incendios forestales, dado que solo había formas de vida unicelulares y no existían árboles hace 2.000 millones de años”, indicó Miki Nakajima, profesor de la Universidad de Rochester y coautor del estudio.
“Sin embargo, el impacto habría afectado el clima global más extensamente que el impacto de Chicxulub”, añadió.
Según Nakajima, el polvo y los aerosoles de este impacto se podrían haberse extendido por todo el planeta, lo cual bloquearía la luz solar y enfriaría la superficie de la Tierra. “Esto podría haber tenido un efecto devastador en los organismos fotosintéticos”, sugirió.
“Después de que el polvo y los aerosoles se asentaron, lo que podría haber tomado desde horas hasta una década, los gases de efecto invernadero como el dióxido de cardón que se emitieron por el impacto habrían elevado la temperatura global potencialmente en varios grados durante un largo período de tiempo”, agregó.